Fueron fabricadas por una firma alemana que ya intervino en Chernobyl. Llegarán la semana próxima para emplearse en la accidentada central de japonesa. La filial norteamericana de la empresa alemana Putzmeister enviará, en un avión de carga Antonov, dos máquinas que disponen de un brazo flexible capaz de elevarse 70 metros y arrojar agua o cemento sobre los reactores para enfriarlos, declaró a la AFP su vocera, Kelly Blickle. El operador japonés Tepco utilizará esos equipos para arrojar agua sobre los reactores, precisó la empresa. Los responsables de Tepco "no dijeron por el momento si inyectarían cemento. Pero es una opción que pueden elegir sin tener que agregar otros equipos", añadió. Sólo existen tres artefactos con esta capacidad en el mundo. Dos clientes estadounidenses de Putzmeister -grandes constructoras propietarias de las máquinas- aceptaron ceder dos de ellas para ayudar al operador japonés a detener la catástrofe. En Fukushima, ya está en servicio una bomba de ese tipo con una capacidad de 58 m y otras dos sirven para entrenamiento. Otras dos máquinas de 62 m -una de las cuales ya llegó a Japón el viernes- fueron enviadas directamente desde Alemania. Con las dos bombas enviadas desde Estados Unidos, serán siete las máquinas de la empresa alemana, con sede en Aichtal, cerca de Stuttgart, que estarán operativas en Japón.
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