En la competición por atraer a las mentes más brillantes, EE.UU. parece tener cada vez más rivales. Con preocupación, algunas voces advierten que una cantidad creciente de estudiantes extranjeros de las universidades de élite estadounidenses se está marchando a sus países de origen para invertir allí su talento.
No existen cifras de esta huida pero sí se conocen cada vez más empresas fundadas por inmigrantes que regresan a China o a India, y han contribuido al despegue de lugares como Bangalore, el "Silicon Valley indio". Además, varias encuestas en EE.UU. han revelado un mayor deseo de volver entre los universitarios extranjeros.
"Con miles de inmigrantes volviendo a China y a India, el próximo Google podría ser fundado en el extranjero", advierte Vivek Wadhwa, profesor de origen indio de Duke y Harvard que ha dirigido varias investigaciones sobre los emprendedores inmigrantes.
En buena parte, la vuelta a casa se debe a que encuentran oportunidades en su tierra que antes no existían, pero algunos culpan también a un creciente prejuicio en EE.UU. contra los inmigrantes.
Se quejan de que este recelo está impidiendo que avance en el Congreso una reforma del sistema de visados para extranjeros con estudios cualificados. Con la legislación actual, apuntan, muchos se encuentran en un "limbo migratorio". Debido a las cuotas nacionales, el tiempo de espera para que un inmigrante cualificado indio consiga un permiso de residencia permanente (Green Card) puede llegar a 70 años, según un reciente estudio del centro Fundación Nacional para la Política Estadounidense.
Sentimiento antiinmigrante
La experiencia del profesor Wadhwa es significativa de cuánto han crecido las barreras: llegó a EE.UU. en 1980 y solo tardó 18 meses en conseguir la residencia permanente o Green Card (Tarjeta Verde). Hace tiempo que este académico alerta que EE.UU. no está haciendo lo suficiente para frenar "la primera fuga de cerebros de su historia".
En conversación con BBC Mundo, Wadhwa dijo que el sentimiento antiinmigrante en el país está obstaculizando una reforma vital para el país. "El mensaje de que los inmigrantes están quitando los trabajos a los estadounidenses tiene mucha resonancia en EE.UU. en estos momentos y eso está perjudicando a los inmigrantes cualificados", afirma.
"Hay políticos dispuestos a atender las quejas de informáticos desempleados que en realidad son poco competitivos porque tienen habilidades desfasadas", dice Wadhwa, que recientemente compareció ante el Congreso para promover los cambios. Wadhwa ha puesto de manifiesto la contribución de los inmigrantes al sector de las nuevas tecnologías. Según un estudio dirigido por él en 2006, el 52% de las empresas creadas entre 1995-2005 en Silicon Valley fueron fundadas por inmigrantes.
Hay pocas esperanzas de un cambio del sistema de permisos que probablemente tendría que ser reformado con toda la legislación migratoria, cuya revisión está atascada en el Congreso por la batalla entre republicanos y demócratas. Sin embargo, el Congreso está estudiando aprobar un proyecto de ley separado que concedería visados a los emprendedores extranjeros que tengan respaldo de capital estadounidense.
Con el visado H1B, el que tiene la mayoría de inmigrantes cualificados, muchos se quejan de obstáculos para crear una empresa y de otras desventajas. Por ejemplo la dificultad para obtener una licencia de conducir o para que una esposa pueda trabajar en el país. "Hay consenso entre demócratas y republicanos en que atraer a las mentes más brillantes es crucial", opina otra defensora de la reforma, Emily Baker, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Capital de Riesgo.
"El problema es que hacer avanzar cualquier tipo de legislación migratoria en estos momentos es muy difícil, y el enfrentamiento tiene pocos visos de desaparecer antes de las elecciones", agrega.
Oportunidades
El caso del indio Sharat Potharaju es el del típico emprendedor que hace unos años probablemente hubiera permanecido en EE.UU. Este ingeniero informático de 32 años estudió un master en Duke y regresó a su país en 2008 para fundar la empresa MobStac en Bangalore. Su compañía se dedica a crear versiones para celular de sitios web y ha sido considerada por la revista india Businessworld como el proyecto de tecnología más prometedor del país.
Con el visado que tenía en EE.UU., Potharaju se enfrentaba a numerosas restricciones para fundar una empresa, según le explica a BBC Mundo desde Bangalore. En India, sin embargo, encontró facilidades para invertir y crecer: "Las oportunidades son enormes en India. Hay un gran optimismo y una confianza que no existían hace 10 años cuando me fui a Estados Unidos". Asegura que conoce a muchos otros indios que como él regresaron tras haber estudiado en EE.UU. por las mayores oportunidades que les ofrecía su país.
Potharaju ahora hace negocios con empresas radicadas en EE.UU., pero no tiene planes de abandonar India, donde asegura que está su futuro. Él tiene claro que ya no hace falta estar en EE.UU. para triunfar. "Estoy seguro de que en los próximos dos años veremos un Google, Facebook o Twitter procedente de India".