Hasta Mr. Octubre se vio precisado a contactar a Albert Pujols tras su histórica labor de tres cuadrangulares en el tercer partido de la Serie Mundial. Fue más que una sorpresa agradable para el primera base de los Cardenales. “El me dejó un mensaje y como era tarde no lo llamé ayer (el sábado), pero hoy (ayer) nos comunicamos y fue para mi bien emocionante hablar con una leyenda como él”, dijo Pujols bien emocionado al detallar algo de su conversación con uno de tres mortales que han disparado un trío de vuelacercas en un juego de Serie Mundial. Jackson lo hizo en 1977 y Babe Ruth en 1926 y 1928, en ambas ocasiones contra los Cardenales de San Luis. “(Reggie) Me dijo que gracias a lo que hice él es ahora mejor persona y eso me llenó de satisfacción”, comentó Alberto al ser entrevistado en exclusiva para la antesala de la transmisión de CDN, canal oficial de las Grandes Ligas para la República Dominicana...
Pujols recibió más de 125 mensajes de texto en su teléfono y felicitaciones que nadie se imagina. Fue un momento mágico para el pelotero que recordó su infancia en diferentes barrios de Santo Domingo. “Agradezco que hay nueve millones de personas orando por mí, por los Cardenales para que nos vaya bien. Gracias por eso. Y a toda mi gente en Cristo Rey, Buena Vista, los Trinitarios, gracias”, señaló. Alberto aun no sabe qué le dará al Salón de la Fama, que quiere una pieza de la indumentaria que vistió el sábado para ponerla en exhibición en Cooperstown. “Creo que serán las zapatillas (clavos), porque lo demás lo quiere mi esposa en la casa”, reveló.
Masacre en Texas. Objeto de críticas por fallar una jugada y por no hablar con los medios tras la derrota del segundo partido, Albert Pujols respondió con potencia en una noche que ahora pertenece a la historia de las Series Mundiales. “Siempre van a criticar, de eso nadie se puede preocupar. Solo me paré a seguir haciendo buenos swings y gracias a Dios que pude ayudar a mi equipo a ganar”, comentó Pujols a El Caribe después de su magnífica labor de tres cuadrangulares para unirse a Babe Ruth (1926-28 ambas contra los Cardenales) y Reggie Jackson (1977 contra los Dodgers) como los únicos en hacerlo. Aun así, algunos de sus compañeros entienden que los ácidos comentarios por su pifia ante el disparo de relevo de Jon Jay que permitió que Elvis Andrus pasara a segunda y eventualmente anotara la carrera despertaron al monstruo.