El anuncio de la construcción de una estación naval y de un muelle por parte del Comando Sur de los Estados Unidos en el puesto de Catuano en la Isla Saona, ha generado un debate sobre si el auspicio de la obra viola o no la soberanía nacional. En tanto, la Marina de Guerra aclaró ayer que el lugar no será ocupado por agentes norteamericanos, y que sólo estará vigilado por marinos dominicanos. La obra solicitada por la institución armada dominicana y para la cual se dio el primer picazo el pasado viernes, tendría una inversión de más de 50 millones de pesos (equivalentes a US$1.5 millones de dólares) donados por el gobierno norteamericano, ha generado un debate en el que participan la Academia Dominicana de Ciencias, ecologistas, autoridades involucradas y organizaciones populares y de izquierda...
De su lado, las autoridades defienden el proyecto bajo el argumento de que es parte de un acuerdo de cooperación entre la República Dominicana y el Gobierno de los Estados Unidos, a través del Grupo Consultivo de Asistencia Militar de los Estados Unidos (MAAG), que implica un reforzamiento del área para enfrentar los viajes ilegales, y acciones ligadas al narcotráfico. Sin embargo, quienes rechazan el patrocinio, entienden como una "intromisión" en los asuntos dominicanos que se reflejará en otras medidas, que pudieran tener un fin ulterior, que incluso mancillaría la soberanía.
La Academia Dominicana de Ciencias manifestó que rechaza la construcción de la base naval por los efectos nocivos en el ecoturismo, por lo que su presidente Milcíades Mejía, pidió al ministro de Medio Ambiente que no otorgue el permiso, debido a que -de acuerdo a su óptica- afectaría la reserva de la isla Saona. La entidad indicó que la construcción es violatoria a la Ley 64-00 de Medio Ambiente por el tipo de estructura, y que la instalación provocaría efectos negativos, y por entender que las áreas protegidas deben ser preservadas. Al debate se unió el ecologista Luis Carvajal, quien rechazó el proyecto y adelantó una movilización de sectores defensores del medioambiente, que realizarán una jornada nacional para crear conciencia sobre los efectos que tendría la referida obra.
La izquierda amenaza ir a las calles: Organizaciones de izquierda también se pronunciaron contra la anunciada construcción de la estación naval financiada por EE.UU., y la calificaron de una intervención "inaceptable" y revelaron que se "lanzarán a las calles para protestar". "La Marina de Guerra anunció la inaceptable y ominosa decisión del Pentágono de EE.UU. de instalar una base naval en la isla Saona, con el pretexto de 'reforzar la lucha contra el tráfico de drogas y personas'", expresaron los grupos en un documento difundido por la agencia EFE. "Esta acción criminal contra el ambiente, la vida y la soberanía del país, cínicamente anunciada en el mes de la patria y el aniversario del fusilamiento del coronel Francisco AlbertoCaamaño, símbolo de soberanía, nos tendrá de frente con todos los medios a nuestro alcance", afirmaron los firmantes. Entre las organizaciones de izquierda que rechazan la base naval figuran el Movimiento Popular Dominicano, Alternativa Revolucionaria, Movimiento Caamañista, Liga Socialista de los Trabajadores, Justicia Global, La Multitud y Fuerza Popular Duartiana.
La Marina de guerra aclara: El jefe de la Marina de Guerra, vicealmirante Nicolás Cabrera Arias, aclaró que la construcción de la estación naval y el remozamiento del muelle "no constituirá una violación a la soberanía nacional debido a que no será ocupado por agentes norteamericanos y que estará vigilada por efectivos de la institución". Explicó que ambas obras están concebidas con altos estándares de calidad, manteniendo los pilotillos, con soporte para embarcaciones rápidas y de rescate, depósitos de propiedades y equipos de la institución, cuarteles y un centro de mando y control.