En Alemania, algunas regulaciones del tipo tecnológicas funcionan bastante bien, y otras, terriblemente mal. O que lo diga una anciana de aquel país, acusada y encontrada culpable de piratear una película acerca de los Hooligans. ¿El problema? La venerable señora no tiene ni computador, menos internet. Según la acusada, el día y a la hora del “delito” ella estaba durmiendo tranquilamente en su cama; según los demandantes (en este caso, los dueños de los derechos de autor del film), la señora estaba ni más ni menos que metida en el famoso eDonkey “compartiendo una película violenta”...
La defensa de la acusada fue bastante clara: vive sola, anteriormente había contratado un plan de internet pero habían pasado seis meses desde que se había dado de baja, e incluso había vendido su computador. Toda la evidencia fue analizada por la corte del distrito de Munich, incluyendo el hecho de que la identificación del ISP podía ser un error… y aún así procedieron a fallar contra la anciana y multarla con 650 Euros como pago por compensación al demandante. Lo más insólito del caso es que -según los abogados defensores-, su cliente le demostró a todo mundo que no tenía computador, no tenía internet, y menos tenía un router ni nada por el estilo.
Ahora, todo el problema viene dado porque en Alemania la ley en estos casos favorece en exceso a los dueños de los derechos. Algo así como un “culpable hasta que se pruebe su inocencia”, de forma que acusar a alguien por error es relativamente fácil; al parecer, identificar y acusar correctamente a un piratilla es algo medio complicado o engorroso de probar, por lo que en la corte simplifican un poco las cosas. De otra forma no se explica que todas las evidencias presentadas por la señora Sparrow (nombre real omitido para proteger su privacidad, obviamente) no fueran suficientes para ganar el litigio.