República Dominicana está cultivando peces en jaulas flotantes en el mar, a través de un novedoso proyecto instalado en Salinas, Baní. Muchos de esos peces, de la variedad Florida Pompano, se ofertan ya en varios supermercados, hoteles y restaurantes del país.
El proyecto es de la empresa Caribbean Seafarms y contempla la instalación global de 48 jaulas, de las cuales 10 están en operación, a unos ocho kilómetros “mar adentro” en las aguas del mar Caribe en Baní.
El canadiense Jean Gagnon, director del proyecto, asegura que conoce las potencialidades de República Dominicana para la crianza marina y por eso “puso el ojo” para realizar la actividad en este lugar, con los permisos correspondientes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Consejo Dominicano de Pesca (Codopesca). Caribbean Seafarms tiene en cultivo unas 360 mil unidades de Florida Pompano que podrán producir seis millones de libras por año (unas 2,500 toneladas).
El 95% de esa producción será para exportación y desde ya la empresa está mirando claramente hacia el mercado de los Estados Unidos y Canadá.
Actualmente, la venta de pescado se concentra en República Dominicana, de manera exclusiva a los supermercados Jumbo y Nacional y a varios hoteles turísticos y restaurantes.
La inversión para el proyecto, una vez se completen las 48 jaulas alcanzaría los cuatro o cinco millones de dólares, según informó el principal ejecutivo de la empresa.
El proceso de “siembra” de los peces atraviesa primero una etapa de incubación de entre uno y dos meses, en un lugar que la empresa tiene aparte. Luego de eso, los peces, que tienen todavía un tamaño diminuto, son trasladados en envases especiales, hacia otros estanques, para posteriormente ser llevados en barco al lugar donde se desarrollan (las jaulas).
Ya en esos espacios flotantes en el mar las especies permanecen varios meses, donde son alimentadas, hasta alcanzar una libra y media o más y poder ser cosechadas para ofertarlas al mercado.
Las jaulas para la crianza son construidas con unas mayas especiales, con un material plástico que no se quiebra con facilidad y que resiste cualquier evento atmosférico que pueda alterar las condiciones climatológicas. Las jaulas se sostienen con boyas. La empresa Caribbean Seafarms tiene 22 empleados, que se encargan del cuidado y cultivo de los peces, alimentados con unas 2,000 libras diarias de un producto especial para ese tipo de especie.
República Dominicana está en capacidad de sustituir con producción nacional, en cuatro años, la importación de tres mil toneladas de pescados si contara con financiamiento y asesoría técnica.
Para alcanzar esa meta se requieren unos RD$200 millones para crear la infraestructura adecuada y producir acorde con los estándares internacionales de calidad, según sostiene Máximo Nicolás, presidente de la Asociación Dominicana de Acuicultores (Adoa), entrevistado sobre el tema de la acuicultura, en sentido general.
“Es importante que las nuevas autoridades que estarán dirigiendo el Consejo Dominicano de la Pesaca (Codopesca) a partir del 16 de agosto próximo, tengan conciencia de todo esto y estén dispuestas a implementar los planes por los próximos cinco años que ya fueron discutidos”, sostiene Nicolás.
El país contaba en el 2010 con 104 granjas acuícolas, la mayoría pequeñas, que distan mucho de las jaulas marinas ubicadas en Salinas, construidas con tecnología de última generación para hacer la actividad rentable. De las 104 granjas existentes, 43 están en operación.
Áreas puntuales
El financiamiento que esperan obtener los acuicultores será exclusivamente para insumos, para adquirir pequeños equipos y utilerías (electrobomba, balanza, redes, canastas para captura, utensilios para limpieza del pescado, pequeñas infraestructuras, tuberías y accesorios, entre otros).