"Los banqueros no tienen razón". Así reaccionó el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, ante el rechazo del sector financiero y de los clientes a que se graven los ahorros con un 10%, como está estipulado en el proyecto de reforma fiscal.
El funcionario no cree que en la reforma se penaliza el ahorro, y refirió que el debate que se produjo al interior del gobierno y con los representantes del sector financiero era sobre la necesidad de eliminar el secreto bancario, a lo que ese sector se opuso.
Manifestó que frente a esa situación, la única manera que el gobierno tiene para garantizar algunos ingresos es gravando los beneficios de ahorros que obtienen las personas con los depósitos que hacen en la banca comercial.
Montás explicó que si alguien tiene dinero y lo invierte en negocios y obtiene beneficios, el gobierno lo grava con casi el 29% de impuesto sobre la renta, pero si deposita el dinero en bancos, gana intereses,
"y no me refiero a los pequeños ahorrantes", sin arriesgarse a invertirlo en la producción. Es a esos recursos que se busca gravar con un 10 por ciento, dijo.
También reveló que ese cobro del 10% a los beneficios de los ahorros se hará tanto a ahorristas en instituciones financieras privadas como públicas.
"Se va a gravar todos los beneficios de los intereses que se pagan en el Banco Central y en cualquier entidad financiera pública o privada", aclaró el ministro de Economía, durante su participación en Diálogo Libre, que se transmite por OnTV, bajo la conducción del director de Diario Libre, Adriano Miguel Teja, y con la participación de la subdirectora, Inés Aizpún; el jefe de Redacción, Nelson Rodríguez; Eli Helliger, editor de diariolibre.com; el editor de Economía, José Javier y el redactor de Palacio, Ronny Mateo.
Déficit fiscal
Montás dijo que este año el gobierno cerrará con un déficit de un 8%, incluyendo las entidades descentralizadas y el Banco Central. Citó que aunque hay baja inflación y tasa de cambio relativamente estable, el que se mantenga el déficit en el tiempo puede generar inestabilidad económica que puede hacer daño a la sociedad.
Alertó al país que no es posible mantener ese déficit fiscal, en el que hay elementos de carácter estructural, por lo que urge la necesidad de la reforma fiscal. Refirió que el déficit se debió a una caída de casi RD$27,000 millones de los ingresos, de la transferencia de casi US$1,000 millones al sector eléctrico o casi RD$40,000 millones, y esos dos renglones representan RD$67,000 millones.
El tercer aspecto que citó fue la cantidad de obras que el presidente Leonel Fernández entendía que debía terminar antes de irse del poder, lo que expandió el gasto en la administración pública en más de un 2% del PIB, ya que a final de junio el déficit era por lo menos 3.3% del PIB, y se aceleró con las obras que se terminaron.
Montás informó que en los últimos tres años el gasto en inversión pública era de 3.6% del PIB anual, pero este año terminará en casi 6%, por las obras de infraestructuras, es decir 2.4% ó RD$50 mil millones a RD$60 mil millones más. Expuso que se proponen reducir de 6% al 4 ó 3.6% el déficit, pero hay un compromiso para 2013 con el sector educativo del 4% del PIB y pagar RD$74,000 millones de interés de la deuda, lo que representa RD$17,000 millones más que en 2012. El ministro de Economía, aseguró que el país tiene la presión tributaria más baja de la región y con la reforma se busca un incremento de 2.2% del PIB, para llevarla a un 15%.