Los propietarios de los equipos derrocharán en promedio un millón de dólares por cada partido cancelado debido al cierre patronal, y los jugadores dejarán de ganar unos 350 millones de dólares al mes. Pero el pesar puede ser más agudo para millares de personas sin participación en la mesa de negociaciones. Bares, restaurantes y hoteles estarán callados. Los estacionamientos, vacíos. Y los trabajadores que contribuyen para hacer del basquetbol un gran acontecimiento en 30 ciudades se preguntan cuánto tiempo podrán seguir sin los partidos de la NBA. "Me preocupa que mi situación económica va a cambiar, mucho", se lamentó la camarera Zuly Molina, quien labora en un establecimiento Hooters cercano a la arena del Heat de Miami. "El año pasado estuvo mucho mejor. Teníamos clientes antes de cada partido, durante cada partido por las personas que lo veían aquí al no conseguir billetes, y luego después de cada partido. Ahora, eso se acabó, salvo cuando hay concierto o algo así"...
Molina dijo que nunca llegó a creer que la NBA cancelase juegos. Pero lo vio posible el lunes, cuando la liga anunció la supresión de las dos primeras semanas de la temporada -100 partidos- debido a que los propietarios y los jugadores no pudieron llegar a un nuevo contrato colectivo de trabajo. La cancelación significa que Mark Cuban y sus Mavericks de Dallas no recibirán sus anillos de campeones de la NBA el 1 de noviembre en lo que hubiera el primer partido de la campaña. Tampoco James Dolan podrá mostrar su remozado Madison Square Garden ante un lleno total cuando Nueva York recibiera a los "Tres grandes" del Heat en la noche siguiente.
Pero los propietarios podrían unos suertudos. Todavía pueden resarcir algunas de sus pérdidas, y eso es lo que Stern dijo que los dueños podrían tratar de endurecer sus propuestas futuras sobre un nuevo contrato laboral. "Bueno, lo que tenemos que hacer es que tenemos que dar cuenta de las pérdidas que estamos sufriendo, de manera que esas pérdidas serán consideradas en la medida en que avancemos", dijo la noche del lunes.
Lejos de un acuerdo: Los jugadores y los dueños han hecho algunas concesiones pero siguen distanciados en varios puntos. Cada bando desea recibir un 53% de los ingresos, aunque una distribución a partes iguales ha sido mencionada de manera informal. Los propietarios también quieren aumentar un impuesto que les encarecería a los equipos rebasar el tope salarial, pero los jugadores dicen que eso desalentaría igualmente a los equipos para ofrecer grandes contratos. Mientras, las empresas afines buscan alternativas. La cadena ESPN decidió reemplazar principalmente con deportes universitarios el tiempo que le hubiera dedicado a las dos primeras semanas de la NBA. TNT recurrirá a su programación central para sustituir los seis partidos que había televisado. Y Adidas y Nike dijeron que siguen comprometidos con el basquetbol.
Stern y el presidente del sindicato, Derek Fisher, de los Lakers, expresaron decepción por la situación de los aficionados. "Este obviamente es un gran golpe para nuestros aficionados, lo más importante", señaló el deportista. "No tienen voz en esta lucha hasta ahora, pero los escucharemos fuerte y claro. Quieren basquetbol, queremos jugar basquetbol, y vamos a hacer lo que sea responsable e intentar nuestro mejor esfuerzo para llevarles el basquetbol en cuanto posiblemente podamos".