Mike Mann definitivamente es un hombre importante. Y no, no se trata del director de Heat -la notable pelicula de Al Pacino y Val Kilmer-, sino más bien de uno de esos especuladores de internet que se dedican a adquirir nombres de dominio y después revenderlos por sumas muy superior a la pagada originalmente. Y durante la semana pasada tuvo una de esas rachas que se dan pocas veces: registró a su haber casi 15.000 nombres de dominio en 24 horas. Concretamente, adquirió 14.962 nombres entre el martes y el miércoles de la semana pasada, y solo por su afán de ser el dueño del mundo, según sus propias palabras. Mike Mann no es un novato en estas lides ni mucho menos, sino al contrario: comenzó en el negocio de la reventa de dominios a finales de la década de los 90, después de que le ofertaran USD $50.000 por un nombre que apenas le costó USD $70...
Dándose cuenta de lo que había hecho, empezó a dedicarse al negocio fundando su propia compañía, y luego vendiéndola junto a una patente para un sistema que permitía recuperar dominios sueltos y registrarlos al instante, obviamente a su nombre.
El increíble registro de 15.000 nombres de dominio adquiridos en tan poco tiempo, se debe a un método híbrido entre un software construido para tal propósito, y además algo de sapiencia humana. Lo primero es una herramienta que actúa examinando palabras clave y su tráfico potencial; después, hace un filtro de los registros ya tomados o que violan alguna marca registrada, y luego los clasifica de acuerdo a ese potencial y además entrega posibles nombres.
Pasado el primer filtro, Mann empieza a revisar las listas y aplica un segundo filtro que viene solo de su habilidad para el negocio. De hecho, dice que “nadie puede leer listas tan largas y entenderlas como lo hago yo” y que básicamente su mente funciona como un “lector de patrones”.
Una vez filtrados los nombres finales, otra vez el software toma el relevo y se dedica a comprar los dominios ya seleccionados.
Por supuesto, antes era un trabajo más fácil de hacer cuando no habían tantos nombres registrados; hoy, es mucho más difícil y tedioso, pero Mann dice que “es la forma en que me gano la vida”, asi que no se queja. De hecho, difícil quejarse cuando ser uno de los especuladores de dominios de la red más temidos seguramente le ha reportado unos cuantos millones de dólares en ingresos, entre ventas individuales de dominios -las primeras- hasta la creación de patentes y compañías.
“Hay algunos idiotas que cuestionan mi trabajo, diciendo que no se lo que hago y que estoy tirando el dinero. Pero la cuestión es que cualquiera diría que vale la pena si después solo este lote de dominios me deja USD $100.000″. Con tal nivel de confianza -y de éxitos, dado su historial- difícil refutar su instinto.