El español Rafael Nadal puso fin al maleficio Novak Djokovic al derrotar al serbio para conquistar por octava vez consecutiva el torneo de tenis de Montecarlo. Número dos del mundo, Nadal se impuso 6-3 y 6-1 al serbio, líder de la clasificación mundial, que sigue así sin poder ganar el torneo de la ciudad en la que vive. Nadal no sólo ganó, sino que vapuleó al serbio. Pese a su tradicional contención a la hora de evaluar los partidos, el español terminó admitiendo lo esperable: "Siento algo increíble". "Para mí es mucho más importante la victoria que el dolor en caso de haber perdido. Siete u ocho derrotas no hacen diferencia. Volver a ganar, sí", añadió Nadal, que elogió a su rival...
"Tienes que aceptar el deporte, y el deporte es así, a veces pierdes, a veces ganas, y contra un jugador como Novak puedes esperar perder". Djokovic le devolvió la gentileza durante la ceremonia de premios presidida por el príncipe Alberto de Mónaco: "Rafa, eres un gran campeón y mereciste ganar". "Tras siete veces, gracias por dejarme ganar esta vez", bromeó Nadal mientras Djokovic le palmeaba la espalda.
No le quedaba más que eso al serbio. En una primaveral tarde a pleno sol en el Montecarlo Country Club, Nadal tuvo contra las cuerdas a su rival desde el primer punto. El hexacampeón de Roland Garros fue ampliamente superior a Djokovic, que lo había derrotado las últimas siete veces que se había enfrentado a él, todas en finales.
Los 460.260 euros que Nadal se llevó por su título número 47 valen sin embargo para él mucho menos que el dato de que por fin volvió a derrotar a Djokovic, algo que no lograba desde la final del US Open jugada el 13 de septiembre de 2010 en Nueva York. Tras caer en 2010 en las finales de Indian Wells, Miami, Madrid, Roma, Wimbledon y US Open, el español volvió a inclinarse ante el serbio en enero de este año en una final récord de cinco horas y 53 minutos en Australia.
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