La primera imagen enviada por el Curiosity, donde se observa una cordillera, fue tomada por la cámara superior del mástil. La instantánea, en blanco y negro, muestra una planicie salpicada de pequeñas roca, frente a la que se levanta una cordillera de suaves colinas que marca los límites del cráter Gale, uno de los destinos para este explorador marciano, impulsado por energía nuclear.
La NASA explicó que la imagen muestra dos depresiones que "probablemente fueron excavadas por la onda expansiva de los propulsores de la fase de descenso del Curiosity", posado sobre la superficie marciana mediante un novedoso sistema llamado "Skycrane".
Otra de las imágenes en alta resolución recibidas y publicadas este miércoles muestra la sombra del mástil y la "cabeza" del Curiosity sobre la superficie de Marte, así como una panorámica de 360 grados, en la que se vuelve a ver el Morte Sharp, en el borde del cráter Gale, donde el explorador hará experimentos geológicos.
"Lo que más sorprende al ver esta imagen es que, en cierta medida, la primera impresión que tenemos es que se parece a un paisaje de la Tierra", comentó John Gotzinger, uno de los científicos de la misión. "Lo que podemos confirmar al mirar al horizonte es que todos esos materiales que se encuentran en esta superficie provienen de la erosión de montañas por las que circulaba agua", afirmó.
Curiosity se encuentra en un punto de convergencia de desechos aluviales probablemente formado por sedimentos transportados por el agua, había explicado la NASA.
"Estas imágenes indican también que el empuje de los retrocohetes de la nave -una especie de grúa volante- que depositó el Curiosity han cavado una zanja de cincuenta centímetros que revela el lecho rocoso", indicó Gotzinger.
El centro de control de la NASA recibe la información primero en baja resolución y poco a poco va actualizando los detalles de las imágenes, que en el caso de las cámaras del mástil no muestran la película de polvo de las cámaras inferiores del Curiosity.
Las primeras imágenes que transmitió poco después de aterrizar fueron en blanco y negro y en baja resolución tomadas con unas pequeñas cámaras instaladas para detectar posibles daños en sus ruedas y el descenso a Marte.