Warren Buffett, gurú de las inversiones y uno de los hombres más ricos del planeta, reconoció ante los accionistas de su empresa que cometió "un gran error". Lo dijo en Omaha, Nebraska, en la reunión anual de los miles de accionistas de Berkshire Hathaway, donde le preguntaron sobre la inesperada renuncia de uno de los altos ejecutivos de la compañía. Buffett reconoció que debería haber cuestionado antes la compra de acciones que realizó ese alto directivo llamado David Sokol, que adquirió títulos de una petrolera que sería poco después absobida por Berkshire Hathaway. Con ese movimiento, el ejecutivo se embolsó US$3 millones. Sokol era la mano derecha de Buffett, de 80 años, y el favorito para sucederle al frente de la compañía.
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