martes, 3 de mayo de 2011

Esteroides se venden sin control,

Una medalla dorada y un contrato de 10 cifras no son los únicos motivos para usar esteroides. Muchos jóvenes arriesgan su salud a cambio de moldear cuerpos fuertes y atractivos, aprovechando la falta de una política de control sobre esas sustancias. La venta de sustancias para mejorar el rendimiento atlético es una industria de alcance mundial. En el país, los gimnasios comercializan desde la inofensiva soya, cuyo precio regular es 150 pesos, hasta los grandes frascos de “proteínas”, que oscilan entre los 3,000 y 5,000 pesos. En los sectores de Villa Juana, Villa Consuelo y Villas Agrícolas, reporteros de El Caribe observaron estanterías repletas de todo tipo de complementos alimenticios y otras “ayudas” para darle a los hierros. Un frasco con el nombre comercial “Quick Mass” ofrece masa más rápida y activación calórica. Al menos en los envases, toda la información está escrita en inglés, sin la traducción al español que exige el Ministerio de Salud Pública. “Carnivor” es otro producto que se puede encontrar en los gimnasios y estaría compuesto por proteína de carne. “350 por ciento más concentrado que la carne”, puede leerse en el envase. “Natural Sterol” se vende como una creatina, pero ofrece resultados de crecimiento de masa muscular que son propios de otras sustancias, a un costo de 1,050 pesos. “Yo te lo dejo en mil porque tú eres de los que apoya el deporte”, dijo a este redactor el dependiente de un gimnasio de la avenida Marcos Ruiz.

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