La especulación al principio del año era cuándo ganaría un torneo, tras su vuelta al deporte. Ahora, la pregunta es cuándo volverá a jugar. La secuencia del domingo en el torneo de Doral fue preocupante. Woods cojeaba. Cambió de zapatos después de nueve hoyos. Comenzó a levantar su pierna izquierda para intentar flexionar el tobillo. Seguía cojeando. Y después de un último swing poderoso que desplazó la pelota 321 yardas en el hoyo 12, hizo una mueca de dolor y caminó hasta donde estaba Webb Simpson para decirle que ya no seguiría...
"Sólo estrechó mi mano y dijo: 'Tengo que ir adentro'. Podía verse que le dolía", recordó Simpson. Qué tanto le duele, sólo Woods sabe. Y quién sabe qué tanta información compartirá al respecto. Dijo que su talón de Aquiles izquierdo -el mismo que lo obligó a perderse dos majors el año pasado- se sentía tenso mientras calentaba en el campo de prácticas antes de la última ronda del torneo de Doral, y a partir de allí empeoró. Woods acudirá a un médico esta semana para que lo evalúen. El Masters de Augusta empieza en 24 días. Se trata del major al que nunca ha dejado de asistir. El campo del Augusta National es donde muchos esperaban que reanude su búsqueda del récord de 18 torneos grandes ganados por Jack Nicklaus, la única marca realmente importante para Woods, que ha estado estancado en 14 desde el U.S. Open de 2008.
Sin embargo, más allá de ese hito, viene otra interrogante que ya no parece tan descabellada a medida que las lesiones se siguen acumulando. ¿Volverá Woods a ganar un torneo? Hasta el domingo estaba dando grandes pasos en esa dirección. Cerró el año pasado con un triunfo no oficial en el Chevron World Challenge, un torneo con 18 golfistas, al apuntarse birdies en sus últimos dos hoyos. Arrancó este año empatado en el liderato en el torneo de Abu Dabi, de 54 hoyos, y concluyó dos impactos detrás de Robert Rock. Y hace sólo una semana tuvo la ronda más baja de su carrera, al registrar un 62 en el que se destacó su golpe con un fierro 5 sobre el agua para dejarla a 2,4 metros del hoyo y llevarse un eagle que brevemente le puso presión a Rory McIlroy. Pero no gana torneos. Su último triunfo oficial fue en el Masters de Australia de 2009. Y peor aún, no se está dando tantas oportunidades como solía.
Woods sólo ha participado en 32 torneos desde que regresó al golf en el Masters de 2010 después del escándalo que sacudió su vida personal. En dos ocasiones no pasó el corte. En tres se retiró. Y 21 veces terminó fuera de los primeros 10. Cumplió 36 años a fines del año pasado, aunque no sin algunos raspones: ya lleva cuatro operaciones en la rodilla izquierda. Nicklaus sólo ganó cuatro majors después de que cumplió 36, y nunca sufrió una lesión grave. Nunca tuvo que retirarse de un major hasta siete años después, cuando tenía 43, debido a un dolor de espalda. "Para que él regrese y vuelva a ganar, tendrá que percatarse de que es una persona distinta ahora de la que era hace cinco años", dijo Nicklaus la semana pasada en el Honda Classic. De todas formas, se mostró esperanzado en el futuro de Woods. "Tengo un enorme respeto por la forma en que Tiger juega golf, y creo que regresará", vaticinó.
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