Oscar Porcayo sobrevivió al terrible terremoto de México, en 1985, y ahora debió vivir otro momento angustiante, pero en Japón. "Simplemente no pudimos ni movernos por la impresionante fuerza", contó. Su testimonio, recogido por el diario mexicano El Universal, se asemeja al de muchas otras personas que viven en el país asiático y que, en un primer momento, no se preocuparon por el movimiento telúrico, confiados en el sistema de prevención de las autoridades. El empresario, que vive en Nagoya -una ciudad ubicada a 360 kilómetros de Tokyo- estaba en una junta con sus clientes, cerca del puerto local cuando el movimiento comenzó a sentirse. "Estabamos en el quinto pizo de un edificio. Como saben, los terremotos son comunes en Japón y seguido se pueden sentir algunos de magnitud 3, 4 e incluso de 5 grados", señaló. "Sin embargo el terremoto de hoy fue como ningún otro", siguió. "Calleron gavinetes, las lamparas se sacudian y simplemente no pudimos ni movernos por la impresionante fuerza del temblor".
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