COE mantiene 24 provincias en alerta; situación se normaliza.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene bajo alerta a 24 provincias por posibles inundaciones y deslizamientos de tierra, pues aunque la intensidad de las lluvias ha bajado, los suelos se mantienen saturados y muchos ríos todavía están desbordados. A la tarde de ayer había bajado a 7,626 la cantidad de personas desplazadas desde sus hogares, de las cuales 142 se encontraban en refugios oficiales. Además, 2,161 viviendas habían sido afectadas. En alerta amarilla están Monte Cristi, Puerto Plata, Santiago, María Trinidad Sánchez, La Vega, Monseñor Nouel y San José de Ocoa. Mientras en alerta verde están Valverde, Samaná, Santiago Rodríguez, Espaillat, Dajabón, Hermanas Mirabal, Duarte, Monte Plata, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, El Seibo, Azua, Peravia, San Cristóbal, Santo Domingo, Barahona y San Juan...

Inundadas: En La Vega se mantenían en la tarde de ayer 32 viviendas anegadas en el sector Los Rieles, debido a la crecida de los ríos Camú y Licey. Las personas residentes en esos hogares se encuentran refugiadas en la iglesia evangélica Alabanza, de esa localidad. Mientras que en Barahona estaba incomunicado el municipio de Peñón, debido al desbordamiento del rio Yaque del Sur. 

Normalidad: Las comunidades que volvieron a la normalidad y donde los desplazados retornaron a sus hogares fueron Licey al Medio, en Santiago; Bella Vista, Maranata y Sosúa Abajo en Puerto plata. Además, están en condiciones normales, en San Pedro de Macorís, los sectores La Tablilla, Puerto Rico y Los Cocos. Sin embargo, había 39 personas albergadas en el Centro Comunitario de Gautier. También volvieron a su estado habitual en María Trinidad Sánchez los sectores Sal y Pimienta, Buenos Aires, Pueblo Nuevo y Peña Gómez. En tanto, en Monte Cristi sigue el riesgo de inundaciones. Mejorarán condiciones. Para hoy la situación del tiempo mejorará, según los pronósticos. Sin embargo, se advierte que las condiciones marítimas estarán condicionadas por vientos y olas anormales, por lo que las pequeñas embarcaciones que navegan en la costa caribeña deben hacerlo con precaución cerca del perímetro costero y no aventurarse mar adentro.

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