El aparato del tamaño de un refrigerador estaba sepultado en un búnker en su sede central de Rochester. Se utilizó para experimentar técnicas de revelado. Las autoridades locales desconocían su existencia.
El reactor se hallaba en una cámara subterránea, bajo uno de los edificios de Kodak en Nueva York, y albergaba más de un kilo de uranio altamente enriquecido, informó el periódico local Democrat and Chronicle. El rotativo agregó que el material, que se usa para elaborar armas nucleares, fue retirado en contenedores en 2007.
La existencia del reactor nuclear aparecía consignada en varios documentos federales, pero no se especificaba su localización exacta, por lo que ni las autoridades de Rochester ni los vecinos tuvieron nunca noticia del reactor.
"Era una entidad conocida, pero no bien publicitada", subrayó Albert Filo, un antiguo científico de Kodak que trabajó durante 20 años con el aparato. El científico aseguró que el reactor no representaba "ningún riesgo" para el público ni para los empleados y la radiación emitida en las operaciones "no se detectaba fuera de las instalaciones".
Un vocero de Kodak afirmó que no pudo encontrar ningún documento en el que se registrara un anuncio público por parte de la compañía acerca de la existencia del reactor. Para el investigador Miles Pomper del Centro para la No Proliferación de Armas Nucleares se trata de un caso "extraño, porque las compañías privadas no tienen este tipo de materiales".
La información sobre las plantas de energía nuclear se ha restringido en los EEUU desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
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