La ciencia no ha logrado explicar qué se esconde detrás de la sensación de haber vivido algo con anterioridad. ¿Falla cerebral, recuerdos reprimidos o superposición de la memoria?. Una persona se sienta en una mesa en un restaurante. Recorre los rostros de los otros comensales, identifica olores, ruidos, recuerda e -inesperadamente- exclama: "¡Tuve un déjà vu!" [La expresión, tomada del francés, significa literalmente ya visto aunque es más frecuente traducirlo como ya vivido]. La escena -aunque poco original- no es ajena al común de la gente. Pese a estar ante una situación nueva, el sentimiento es de que ya se ha estado allí...
La sensación de ya haber vivido, escuchado o sentido algo es un fenómeno que al menos una vez al año experimenta el 70% de la población mundial y que, en la mayoría de los casos, combina algo casi sobrenatural con un proceso orgánico, algo mágico con una operación cerebral. Su origen desconocido y su carácter desconcertante le aportaron a esta experiencia un tono un tanto místico que atrapó a escritores, artistas y hasta productores de Hollywood (vea el video relacionado) y que puso a la ciencia en un aprieto a la hora de explicarla. ¿Pero de qué hablamos cuando nos referimos a un déjà vu?
"Está relacionado con otros fenómenos muy habituales e igualmente normales, tales como el déjà raconté (ya contado) o la fausse reconnaissance (falso reconocimiento); en todos los casos, la persona tiene la impresión de estar repitiendo algo ya vivido, de ver algo ya visto o inclusive de reconocer algo que en realidad nunca vio", señaló el psiquiatra y psicólogo Pedro Horvat, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
"La explicación es sencilla. Se trata de imágenes, ideas, situaciones enlazadas entre sí, que están en nuestra mente pero no conscientemente y que son evocadas al producirse estos fenómenos", sostuvo.
Lo cierto es que, desde la ciencia, los estudios se centraron en enfermos neurológicos mayoritariamente y, hasta hoy, no existe una explicación aceptada unánimemente.
Otra aproximación cataloga esta percepción como una "falsa memoria". El médico especialista en psiquiatría Harry Campos Cervera, de APA, recordó que Sigmund Freud explicó el fenómeno planteando que una persona vivenció el hecho en sus fantasías o sueños y le otorga a esto la categoría de una percepción real.
"Tomemos por caso un sujeto que intenta relatar algo y tal deseo sucumbe a la represión, la vivencia de lo ya contado surge en la medida en que en su memoria persiste esta intención, como si realmente la acción de contar se hubiera llevado a cabo", indicó.
En su opinión, estudiar ese tipo de fallas de la memoria permitiría "una vía eficaz para comprender los deseos y reconocer represiones, que es la teoría desarrollada por el psicoanálisis". "Se interpretaría como el retorno de aquello que la represión intentó ya alguna vez mandar al rincón de los olvidos", agregó.
Horvat coincide con este argumento y destaca que "las imágenes, los sonidos, los olores pueden estar enlazados con experiencias tempranas conservadas lejos de la conciencia". "No son experiencias de otra vida ni de otra persona. Simplemente son elementos no conscientes que a veces pueden movilizar afectos porque pueden estar enlazados a sucesos penosos", detalló.
Consultado acerca de las sensaciones de emoción o angustia que afrontan las personas luego de experimentar un déjà vu, Campos Cervera las adjudicó a lo extraña que resulta la sensación.
"Pitágoras y otros autores posteriores creyeron que eran una marca de memorias de vidas pasadas y las vinculaban, a veces, a experiencias paranormales. La vivencia subjetiva de esta experiencia siempre produce una sensación de extrañeza que se transforma en angustia cuando se convierte en un mensaje que no sabemos qué designios trae", aseguró.
Para la Neurociencia, posiblemente la disciplina que más esfuerzos realiza por explicar este proceso, un déjà vu es una alteración de la memoria (paramnesia). Un estudio reciente de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, logró recrear la sensación en el laboratorio y descubrir dos cuestiones importantes: hay personas que la padecen de forma crónica y los ciegos también la experimentan, lo que destierra el mito del componente visual en la experiencia.
Ezequiel Gleichgerrcht, investigador en Neurociencias Cognitivas de Ineco (Instituto de Neurología Cognitiva), afirmó que en los casos de personas sin enfermedades neurológicas, el fenómeno "podría resultar de una superposición entre procesos de la memoria a corto plazo (la que permite integrar la información del mundo que nos rodea en el momento, sin almacenarla) y la que es a largo plazo".
"Está ganando terreno la propuesta de que el déjà vu sería un error en el tiempo de estos procesos: a medida que percibimos una situación, la información se va almacenando en la memoria a largo plazo, lo cual genera un retraso en la información por ser este último un proceso más complejo", explicó. "Eso provoca, unos segundos después, la sensación de que ya hemos vivido la situación actual", subrayó.
Pero todos los especialistas coinciden en algo: la incapacidad de responder con certeza a las dudas que plantea un déjà vu. "El cerebro es extremadamente complejo y se requieren aún muchos más estudios para develar este misterioso fenómeno", aseguró Gleichgerrcht.
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