El 19 de septiembre de 2013 será la subasta pública en la que otorgará la concesión para una línea Río de Janeiro - San Pablo. Calculan una inversión de US$ 17.500 millones. En la primera subasta será otorgada al mejor postor una concesión por 40 años para operar, mantener y conservar la línea de tren de alta velocidad que unirá las ciudades de Río de Janeiro y San Pablo con un ramal a la vecina Campinas.
El adjudicatario de esta concesión, en la que tienen interés empresas de España, Francia, Alemania, Japón y Corea del Sur, aportará la tecnología propia para el sistema ferroviario.
El vencedor del que ha sido denominado Ferrocarril EF-222 también tendrá que comprometerse a ofrecer y montar los sistemas de protección acústica, electrificación, telecomunicaciones, señalización y control de los trenes, entre otros.
Una segunda subasta, aún sin fecha establecida, escogerá al consorcio responsable por la construcción de la línea y de las estaciones, incluyendo las obras necesarias como túneles y puentes.
La licitación para el primer tren de alta velocidad de América Latina estaba prevista para julio del año pasado, pero fracasó debido a que ninguna empresa se interesó en construir y operar el sistema ferroviario simultáneamente y en las condiciones entonces establecidas por la administración de Dilma Rousseff.
La Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT) decidió dividir la licitación en dos, y ofrecer contratos diferentes para las empresas que construirán y operarán el sistema.
El pliego de condiciones de la licitación establece que el Estado brasileño será socio del proyecto mediante la estatal Empresa de Planificación y Logística (EPL), a la cual el ganador de la concesión deberá transferirle parte de la tecnología.
La agencia reguladora calcula que el tren de alta velocidad exigirá inversiones por 35.000 millones de reales (unos 17.500 millones de dólares). El proyecto, que unirá las dos mayores ciudades del país y un ramal a la ciudad de Campinas (a unos 100 kilómetros de San Pablo), tendrá una extensión de 510 kilómetros.
La línea tendrá estaciones en los aeropuertos internacionales de Río de Janeiro y de San Pablo, así como en ciudades intermedias como Aparecida. Las reglas de la concesión fijan en 0,49 reales (unos 0,25 dólares) por kilómetro la tarifa máxima a ser cobrada a los pasajeros.
0 comentarios:
Publicar un comentario