Las fuerzas de seguridad chinas de Xinjiang han matado a 17 personas, entre ellas mujeres y niños, acusados de participar en un ataque en una mina de carbón que dejó al menos 50 muertos.
Cientos de personas han muerto en los disturbios en Xinjiang, lugar cuyos habitantes son en su mayoría musulmanes uigures. China culpa de la violencia a los militantes islamistas.
La República ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que ofrezca más ayuda en su campaña contra los militantes de Xinjiang, especialmente tras los ataques en París, en el que el Estado Islámico se atribuyó la autoría.
Por ahora, el gobierno no ha hecho ningún comentario sobre el ataque que tuvo lugar el 18 de septiembre en la mina de carbón Sogan en Aksu.
Según Radio Free Asia, citando a la policía de Xinjiang, los 17 muertos eran sospechosos del ataque, entre los que se encuentran tres hombres, además de sus familiares.
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