La empresa operadora de la averiada planta nuclear Fukushima Daiichi, situada a unos 240 kilómetros al norte de la capital japonesa, está considerando, como último recurso, enterrar los reactores en una estructura de concreto y arena, similar a la empleada en Chernobyl, Ucrania, en 1986. "No es imposible encerrar los reactores en concreto. Pero nuestra prioridad es tratar de enfriarlos primero", dijo un funcionario de la compañía Tokyo Electric Power Co., en una conferencia de prensa. La agencia atómica japonesa elevó este viernes el nivel de alerta de cuatro a cinco, en una escala internacional de siete puntos para evaluar el peligro que representan los accidentes nucleares.
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