La planta de Onagawa sufre filtraciones de una de las piscinas de enfriamiento. No se detectó aumento en la radioactividad y sólo trabaja con una línea eléctrica auxiliar. La planta de Onagawa, muy cercana al epicentro del sismo, ha perdido dos de sus tres líneas eléctricas externas, aunque por el momento está refrigerando sus piscinas de combustible usado con la línea de suministro restante, informó la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón. Onagawa, que estaba parada desde el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, sufrió la suspensión temporal de los sistemas de refrigeración tras el terremoto de este jueves, aunque finalmente los técnicos los recuperaron. La central de Higashidori, en Aomori, se quedó tras el terremoto sin el suministro eléctrico externo y ahora está funcionando con generadores diesel de emergencia, aunque en el momento del seísmo estaba siendo revisada y no se ha informado de problemas. También en Aomori, la central de procesamiento de residuos nucleares de Rokkasho se quedó sin electricidad y opera con generadores de emergencia. En la central de Fukushima, afectada por graves filtraciones por el terremoto y posterior tsunami de hace casi un mes, no se ha detectado un aumento de la radiación fuera de lo normal, según la agencia nuclear.
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