El vicepresidente Rafael Alburquerque se ofreció esta noche como mediador en el conflicto obrero-patronal por un reajuste salarial, mientras que el sindicalista Rafael-Pepe-Abréu responsabiliza a los empresarios de una posible huelga general. El Gobierno ofreció un agasajo a los dirigentes de centrales obreras al conmemorarse el domingo primero de mayo el Día Internacional del Trabajo. El vicepresidente de la República rehusó fijar una posición a favor o en contra de ninguno de los sectores que tienen el impasse, porque perdería calidad para conducir un diálogo que lleve al consenso. El sindicalista del Consejo Nacional de Unidad Sindical, deploró de nuevo la actitud que consideró inflexible de los empresarios ante las demandas de reajuste salarial e insiste en su retiro indefinido del diálogo. Pese al panorama sombrío que define el dirigente del CNUS, también por el sector oficial, el ministro de Trabajo se siente optimista y prevé una conclusión fructífera de este proceso de conversaciones que sería retomado el martes.
Durante el cóctel en el Salón Verde, fue leído el decreto 277-2011 mediante el cual el Poder Ejecutivo otorgó pensiones de 25 mil pesos mensuales a 15 trabajadores retirados, enfermos y/o discapacitados. Para este domingo primero de mayo han sido programadas marchas simultáneas a partir de las nueve de la mañana en la capital y las principales provincias.
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