El Ministerio de Salud se declara en máxima alerta para prevenir y controlar los casos de cólera en el Distrito Nacional, en momentos en que el ingreso de pacientes sospechosos de tener la enfermedad desborda la capacidad de camas del área habilitada en el hospital Luis Eduardo Aybar.
En ese centro de salud había 19 personas ingresadas con los síntomas de cólera y en el hospital Francisco Moscoso Puello, nueve. De éstos, 15 residen en el barrio La Ciénaga, donde abunda la inmundicia; tres de la Puya de Arroyo Hondo; y tres de Gualey. Los demás proceden de Los Guandules, Barsequillo, en Haina, Brisas del Este y Sabana Perdida. En este hospital, los pacientes eran llevados en motocicletas, ambulancias y en brazos de familiares en diferentes momentos del día.
Por momentos, la situación parecía que se saldría de control debido a la presión que ejercían familiares para que el personal de salud les dejara estar con sus enfermos. Se quejaban de que solo hay un baño en el área habilitada, que estaban sucios y que ni las enfermeras, ni los médicos les cambiaban los pañales desechables, ni les permitían a ellos hacer la función. El área habilitada para el cólera está en construcción, por lo que el piso es rústico, tiene un solo baño y no está climatizada, por lo que se siente mucho calor.
Los familiares congregados en la entrada del lugar denunciaron, además, el cobro de hasta RD$1,200 por un análisis de electrolitos que les indicaban y que debían llevar la muestra fuera del hospital. Eso quedó resuelto con la visita de inspección que hicieron los viceministro de Salud, Nelson Rodríguez Monegro, de los Servicios de Salud, y José Rodríguez Aybar, de Salud Colectiva, al centro asistencial, pues informaron que el Ministerio de Salud asumía los costos y el traslado de las muestras. La labor abarcó el hospital Francisco Moscoso Puello e incluyó verificar que los medicamentos e insumos para asistir a los pacientes sean suficientes.
En este hospital las condiciones son diferentes. Aquí los pacientes están en una zona higiénica, los que estaban en mejores situación de salud recibían sus tratamientos a base de sueros sentados y no se observó familiares, ni alboroto en los alrededores. Terminadas sus visitas, los viceministros Rodríguez Monegro y Rodríguez Aybar informaron que los enfermos están estables, incluyendo a tres personas que exhibían un estado de salud delicado.
Decisión oficial: Una vez terminaron las visitas, los funcionarios de salud se trasladaron a la sede del Ministerio, donde se reunieron con los directores de los hospitales públicos del Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y Monte Plata, para delinear las estrategias de manejo del cólera y evitar su propagación. En el encuentro se acordó incrementar las acciones de prevención y control del cólera en el Área IV de Salud del Distrito Nacional, que conforman 17 barrios pobres, a fin de eliminar los casos de cólera que se han presentado en las últimas dos semanas. Entre las medidas dispuestas están que los directores de los hospitales Luis Eduardo Aybar y Francisco Moscoso Puello, los Regionales y encargados de áreas en el Distrito Nacional mantengan la contingencia contra el cólera en la actual coyuntura. Asimismo, la instalación de una Mesa de Situación para monitorear y seguir el comportamiento de la enfermedad y cualquier otro evento epidemiológico que pudiera presentarse en el país.
Intensificar las acciones de educación, orientación y prevención, a través de los medios de comunicación, para mantener orientada a la población. En lo que se refiere al personal de salud que labora en los distintos centros sanitarios públicos, las autoridades recomiendan poner en práctica de manera estricta y coordinada el protocolo que utilizan para tratar los pacientes con síntomas de cólera.
Recomendación: A la población se le exhorta beber sólo agua hervida o purificada con cloro, mantener limpia el área de preparación de alimentos y cocinarlos bien. También, lavar las frutas con agua purifica, lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, manipular los alimentos, después del ir al baño o letrina y cambiar el pañal al bebé, consumir abundantes líquidos, jugos y otras bebidas preparadas con agua clorada.
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