Desde esta noche, muchos seguidores del baloncesto sabrán si la inversión que hizo el gerente general de los Miami Heat, Pat Riley, valió la pena, al contratar a LeBron James y Chris Bosh, para unirlo a Dwyane Wade en el conocido ‘Big Three’.
Ellos estarán de frente a los Chicago Bulls en la final de la Conferencia Este, eliminatoria que dará el ticket a disputar el título de campeones de la temporada 2010-11 de la National Basketball Association (NBA). Los Bulls, dueños del mejor récord de la liga con sus 62-20, poseen en su roster al MVP de la campaña, Derrick Rose, y un talentoso grupo de jugadores que no poseen esas estadísticas impresionantes, pero que tienen las garras para enfrentar a los mejores.
Miami viene de vencer cómodamente -en cinco partidos- a los Boston Celtics, en una de las semifinales; y Chicago sorteó un gran susto con los Atlanta Hawks, a los que dominaron en seis encuentros. Previamente, Miami superó en primera ronda a los Filadelfia Sixers, en cinco encuentros. Atlanta hizo lo propio con los Orlando Magic, a los que vencieron en seis partidos. La serie particular entre Bulls-Heat, durante la serie preliminar, terminó favorable para e equipo que regresa a una final de Conferencia por primera vez desde 1998, por 3-0.
Chicago venció en los tres partidos de la fase preliminar. El 15 de enero –en su hogar- ganaron 99-96. El 24 de febrero –también el su casa- dominaron 93-89 y el 6 de marzo, en Miami- 87-86. Hay que consignar que LeBron no jugó en el primer cotejo. En esos partidos, Rose promedió 29.0 puntos, 6.3 asistencias y 3.3 rebotes. Wade tuvo una media de 29.0 puntos, LeBron de 27.5 y Bosh de 15.6 puntos. Una razón clave para los Bulls derrotar a los Heat será la defensa que sobre uno de los ‘Big Three’, puedan ejecutar, pues es imposible detener al trío, y el hombre más vulnerable para eso es Bush. Los demás (Wade-LeBron) son indefendibles. Un arma letal que posee Miami es el lance perimetral desde mucha distancia de varios hombres, entre los que sobresalen Wade, James Jones, Mario Chalmers, Mike Miller y Eddie House.
Chicago no tiene ese gran talento para los tiros de distancia, donde sobresale el reservista Kyle Korver, pero deben recibir aportes significativos de Keith Bogans, Ty Gibson, Ronnie Brewer y C.J. Watson. El trabajo del bien fajador Joakim Noah y el silencioso Luol Deng, deberá ser determinante en las aspiraciones de los Bulls. Sin embargo, Miami tiene que ganar la serie en un máximo de siete partidos, considerando que ellos no poseen la ventaja de la casa.
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