Los Mavericks liquidaron la serie por 4-0 tras un apabullante 122-86. Jason Terry y Peja Stajokovic encestaron 15 canastas de tres puntos, récord en la liga en postemporada. La semifinal de la Conferencia Oeste se mostraba muy igualada desde el comienzo y se convirtió en la más atractiva tras la caída de los Spurs de San Antonio ante Los Grizzlies de Memphis. Pero luego de los primeros tres juegos, al equipo de Phil Jackson solo le quedaba pensar en un milagro: ganar cuatro partidos seguidos, lo que ningún equipo ha conseguido desde que las rondas finales se juegan al mejor de siete juegos. En la temporada regular ambos equipos lograron el mismo balance de victorias-derrotas con una marca de 57-25 y fueron precisamente las victorias de los californianos frente a los tejanos las que le dieron la ventaja campo en esta serie del playoff de la NBA. Kobe Bryant y Pau Gasol habían señalado en la previa que ellos sí creían que era posible ganar la llave. Pero la tónica de los tres primeros enfrentamientos marcó el destino de los actuales campeones de la NBA, que en el cuarto juego tuvieron su peor actuación para caer por 36 puntos de diferencia. El banquillo de los Mavs aportó 15, 18 y 27 puntos en cada una de las tres victorias contra L.A., tantos que los angelinos echaban de menos.
Al acabar un igualado primer cuarto con ventaja local por 27-23, hasta ocho jugadores del equipo entrenado por Rick Carslile habían logrado anotar.
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