El saldo en la lucha contra crimen organizado es negativo: 2.800 agentes asesinados contra 2.408 sicarios capturados. Las cifras corresponden a los seis años del mandato de Felipe Calderón...
La dramática estadística incluye militares, marinos, policías federales, estatales y municipales. El secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, fue el encargado de llevar estas cifras al Congreso.
"Las acciones de combate a la delincuencia generadas por el Gobierno federal y por los gobiernos locales han provocado una afectación importante en las ganancias de las organizaciones criminales. Esta situación ha hecho que los grupos delictivos reaccionen violentamente contra las instituciones que los combaten", intentó explicar el funcionario de Calderón, según difundió Excelsior.
El informe, entregado a petición de la Comisión Permanente del Congreso, detalla que, de los 2.886 asesinados, el 45% (1.296) eran policías municipales; el 33% (963) eran agentes estatales; el 22% (627) eran soldados, marinos, policías ministeriales federales, custodios federales, policías aduanales, agentes del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, y de la Unidad Especializada de Inspección Fiscal y Aduanera.
Así, durante el Gobierno de Calderón, por cada detención de un sicario murió 1,1 miembro de la fuerza pública.
Unas 37 mil personas han sido asesinadas desde 2006, cuando Calderón desplegó una estrategia antidrogas en la que participan unos 50 mil militares. El Gobierno atribuye la mayoría de esos crímenes a los choques entre narcotraficantes, pero organizaciones de derechos humanos sostienen que también han muerto y desaparecido miles de inocentes.
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