El alejamiento por parte de los clientes en los 2,300 establecimientos instalados en el casco urbano afecta en más de un 30 por ciento las operaciones de sus negocios, según ellos, por lo que el sector ve necesario que la alcaldía comience a buscar las soluciones a la problemática. Durante una visita a la redacción de El Caribe en Santiago, los empresarios Carlos Lora, presidente de la entidad, así como Marcelino Fernández, Miguel Tejada, Rubén Muñoz y Abraham Mustafá, plantearon la necesidad de que vuelva a operar el sistema de parquímetros.
Aunque consideraron como leonino el contrato firmado por el pasado alcalde José Enrique Sued con la empresa Blue Parking Caribbean, creen que debe ser renegociado para impedir el colapso del comercio. Al casco urbano entran a diario aproximadamente 55 mil vehículos y el comercio emplea alrededor de 56 mil personas, que según Lora, se verían afectados de continuar el desorden y la arrabalización. Inseguridad. A los inconvenientes citados se suma la falta de seguridad, que había sido superada con las cámaras instaladas por la Blue Parking Caribbean y que permitía un monitoreo de las vías y detectar a cualquier individuo de reputación dudosa o que cometiera algún hecho delictivo.
Pero el sector comercial cree que fueron muy ambiciosos los que manejaron el sistema regulado de estacionamiento, por lo que exhortan a su readecuación para que sean solo instalados los aparatos en el tramo que comprende desde la avenida Antonio Guzmán, antigua General López, hasta la calle Luperón y desde la Mirador Yaque en La San Luis hasta la Restauración. Marcelino Fernández, propietario de la tradicional tienda La Ópera, con casi cien años de historia, afirma que con la falta de parquímetros comienzan a improvisar hasta cafeterías en plena calle. “Esto no le conviene ni al ayuntamiento ni al Estado, pues esas gentes no pagan impuesto y, por el contrario, llevan la arrabalización”, expresa.
El comerciante Miguel Tejada afirma que quienes se oponen a que retorne el orden son los mismos que pretenden vivir del desorden. Mientras, el alcalde Giberto Serulle expresó: “Estamos trabajando para buscarle una solución al problema de los buhoneros en el Centro, esa es mi respuesta a los críticos que no hicieron nada por esta ciudad, a los que gobernaron y derroté, los seguiré derrotando con el trabajo en favor de Santiago”.
Parquímetros en residenciales: La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Santiago mantiene su rechazo a que se pretenda ampliar a zonas residenciales los servicios de parquímetros, como en principio hizo la empresa Blue Parking y que generó disgusto entre residentes. Creen que ese servicio debe limitarse a las zonas comerciales, donde más se necesitan.
Contra vías peatonales: Ante la propuesta de convertir en peatonales algunas calles del Centro Histórico la Asociación de Comerciantes la califica de poco factible, pues entiende que aleja más a los clientes. Recuerdan que con el primer ensayo una parte del comercio en la avenida Valerio se vio afectada en sus ventas. Sin embargo, el ayuntamiento ya ha iniciado un proceso para que sea peatonal la calle España, mientras da mantenimiento y embellece la parte de la calle General Cabrera donde levanta la Plaza del Sombrerero Lorenzo Vargas. Allí la alcaldía pretende ubicar a decenas de vendedores informales diseminados en las diferentes arterias comerciales del centro urbano de esta ciudad.
Acuerdo: Marcelino Fernández, Comerciante. “Desde que quitaron los parquímetros, en el casco urbano impera el desorden, al punto que improvisan negocios hasta en carretillas y en vehículos, ocupando el espacio destinado para los clientes”.
CarlosLora, Pte. Asoc. Comerciantes- “El síndico está dando en la diana, donde realmente se necesita el trabajo, hace casi 50 años que se pide terminar los arrabales en el Centro Histórico y se está construyendo la Plaza del Buhonero”.
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