Desconocidos, identificados como “piperos”, profanaron de manera irreverente en el cementerio municipal, las tumbas donde descasan los restos del General Gregorio Luperón y el barítono de todos los tiempos, Eduardo Brito. La denuncia fue formulada por el diario digital Puertoplatadigital.com, que señala que que la paz de los fieles difuntos ha sido interrumpida por quienes siguen propiciando actos de delincuencia, especialmente aquellos jóvenes “piperos” que se dedican a robar piezas en hierro, bronce, cobre, entre otros metales, para comercializarlos con dueños de metaleras por cuantos pesos (baratijas) e inmediatamente ir a comprar drogas...
El administrador del cementerio municipal, quien además es Concejal en el ayuntamiento de Puerto Plata, Ramón Suarez, dijo que las profanaciones de tumbas han llegado a niveles alarmantes. Suarez de manera indignada explicó que estos desconocidos han profanado de “manera irreverente, los panteones de nuestros héroes, figuras del arte, personalidades célebres y distinguidas de nuestra Puerto Plata”.
Sostuvo que en el mausoleo que guarda los restos del General Gregorio Luperòn, primera espada de la Restauración de la República, los ladrones procedieron a desprender dos candelabros de metales en bronce que se encontraban dentro de una cornisa, incluso ambas piezas históricas fueron hechas en dicho panteón construido en 1897. Mientras, que de la tumba del barítono Eleuterio (Eduardo) Brito, quien murió el 5 de enero de 1946, profanada por los delincuentes, éstos destruyeron a base de seguetas la escultura de una lira en bronce que adornaba la última morada del interprete de la canción: “lamento esclavo”. Igual suerte corrieron los panteones de la laureada educadora Antera Mota, quien falleció el 12 de marzo de 1964.
Incluso, su mausoleo en mármol y granito que adornado con esculturas de bronce alegóricas a la pedagogía fue “saqueado por los delincuentes”, los cuales apenas dejaron los cimientos donde se construyó este sepulcro. Desde hace algún tiempo desconocidos han estado llevándose del cementerio municipal puños, crucifijos, empuñaduras de ataúdes o sarcófagos, candados, rejillas de diferentes sepulturas, las que luego son vendidas a grupos de metaleras que funcionan en los barrios del municipio de Puerto Plata. El Concejal Suárez reveló que dispuso de una seguridad estricta en este camposanto, para frenar la profanación de tumbas, lo que consideró una acción bochornosa que no se merecen los fieles difuntos.
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