Nuevos detalles de las escuchas telefónicas al premier italiano revelaron su obsesión por la modelo argentina Belén Rodríguez, personaje mediático de 27 años. Il Cavaliere asegura que "por códigos", no se acostó con ella. El primer ministro de Italia dejó muy en claro sus intenciones para con la modelo y actriz argentina en una de esas conversaciones filtradas a la prensa que mantuvo con Giampaolo Tarantini, el empresario señalado de conseguirle sus donnas a Il Cavaliere, a cambio de algunos negocios:
Berlusconi: ¿Cómo anda Belén?
Tarantini: ¡Madonna! ¡Qué buena que está! La vi en muy buena forma...
Berlusconi: Sondéala un poco, a ver qué pasa conmigo...
Tarantini: Ya sé, ya sé: la tengo que agarrar tranquila; total, esta noche ceno de nuevo con ella...
Berlusconi: ¡Muy bien! Dile que siempre tuve juicios muy positivos sobre ella, naturalmente sobre su belleza, pero también como mujer.
Tarantini: Pero ¿usted la conoció personalmente?
Berlusconi: ¿A quién?, ¿a Belén? Por supuesto. La conocí; estuvo una noche conmigo, pero no hicimos el amor porque descubrí que ella era la mujer de un futbolista mío. El futbolista del que habla el Premier es Marco Borriello, un ex jugador del Milan (otra de las propiedades del italiano), quien efectivamente salió con la morocha no bien ella hacía sus primeros pasos fuera de su país.
La argentina llegó a Italia en 2004, cuando apenas tenía 19 años. Sin embargo, no tardó mucho en dejar atrás su vida tranquila en la región serrana de Mina Clavero, en la provincia de Córdoba. Se unió a la agencia Notoria, también investigada por extorsiones y narcotráfico, fue elegida Miss Canarias 2008 y se inscribió para participar en el reality L´isola dei famosi (La isla de los famosos, en italiano). En el programa, que requería pasar 70 días en una isla paradisíaca en Honduras, terminó segunda y ganó popularidad. Pasaron los días, los meses y Rodríguez consiguió otro novio. El Premier, algo ofuscado, no se rindió: "Si un día tuvieras ganas de cenar conmigo o de verme, estoy a tu disposición. Sabés que tenés cualquier cosa... un amigo... un admirador", le susurró por teléfono.
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