Las casas y otras edificaciones del estilo arquitectónico Victoriano de Santiago, están siendo destruidas sin ningún tipo de contemplación borrando así la memoria histórica de la ciudad y en su lugar construyendo bares y parqueos públicos en base a ranchetas regularmente de estilo típico. El centro histórico y las calles de diversos puntos de la ciudad son afectadas con las devastaciones de las impresionantes viviendas con estilo victoriano del siglo XVIII y XIX. Sin embargo, existe en Santiago una oficina de Patrimonio Cultural, cuyo plan de preservación de este estilo de diseño antiguo se desconoce y su preocupación al respecto es muy cuestionable. Actualmente, están en proceso de destrucción para fines desconocidos varias de estas casas en la calle l6 de agosto, donde además, otras la inclemencia del tiempo la amenazan...
Una gran parte de las edificaciones de madera y ladrillos de estilo victoriano de Santiago han sido destruidas para dar paso a parqueos, comercios, aunque algunos presentan proyectos de conservación, pero no preservan nada y no hay autoridad que reclame. En la calle l6 de agosto se conservan muchas aún, aunque precisan de la atención de las autoridades, Según dijo Antonio Rojas, el problema es que el gobierno quiere que sea cada propietario que la reconstruya y no ayuda. La historia de la ciudad cuenta que luego del incendio de Santiago tras la Guerra de la Restauración, en la que sólo sobrevivieron dos casas, se inició un proceso de reconstrucción de la ciudad por los años de 1868 con un estilo particular de edificación denominada Victoriana, en piezas importadas y artesanía dominicana.
Las características de estas viviendas la marcan su techo a dos y cuatro aguas con frontón, galería, balaustradas y pisos en madera y tienen una altura de 3 a 3.50 metros hacían que éstas fueran más frescas, previendo así el caluroso verano que se ciñe sobre el territorio dominicano, propio del trópico. a distribución de sus espacios es de Galería ampliada corrida, sala y comedor corrido, habitaciones alineadas a un extremo, mientras que en el patio se construía la cocina y el baño, independizados como un cuerpo adicional. En realidad la vigilancia de las autoridades de patrimonio Cultural no existe, porque las casas en destrucción se encuentran a la vista de todos.
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