Albert Pujols decidió hacer carrera las próximas 10 temporadas en el lugar con la tasa impositiva más alta de todo los Estados Unidos. El inicialista rechazó una oferta mayor en uno de los "paraísos fiscales" como lo es Florida (que junto a Texas y Colorado no cobran impuestos estatales), para irse al que más exige. En la tierra del Tío Sam, cuando una persona supera el umbral de los US$350 mil debe pagar un 35% en impuestos federales, independientemente del Estado donde resida...
Pero a esa carga hay 47 Estados que agregan otros gravámenes. Y en esa lista California, que acoge los Angels, impone un extra de un 10,3% a las rentas superior el millón. Es decir, si Pujols devengará una media de US$25,4 millones por campañas hasta 2021, con las tasas actuales tendrá que dejar al fisco estadounidense una media de US$8,7% millones por concepto del 35%. Pero, dado que jugará al menos el 61% de sus partidos en ese Estado (81 de locales, cinco en Oakland y posibles interligas contra Dodgers, Padres y Gigantes) hay US$15 millones que llegarán a sus cuentas como ingresos en California. De ese monto es que se le deducirá el 10,3% o unos US$1,6 millones por campaña.
Es decir, por esas vías (impuesto federal y estatal), Pujols terminaría pagando en 10 años unos US$103 millones, sin incluir lo que se le gravará por ingresos cobrados mientras juegue fuera del segundo Estado más grande del país (después de Texas). Si Pujols hubiese aceptado la oferta de los Marlins (US$275 millones por 10 años) hubiese tenido que pagar US$96,5 millones de impuesto federal, pero nada en lo que al estatal se refiere en la mitad de sus partidos por año. Si hubiese aceptado los US$200 millones que San Luis ofreció, además del 35% (US$70 millones) el impuesto estatal es de apenas 6% en Missouri.
Un bálsamo a sus altos montos de impuestos serían las deducciones que recibiría si mantiene activa su fundación familiar, que ayuda a niños con síndrome de Down.
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