My Robots una red social para robots!

Al igual que en Facebook o Twitter, los humanoides podrán contactarse entre sí y ser más útiles gracias al intercambio de información. Además podrán comunicar sus necesidades y brindar atención técnica. Según refirió la revista británica New Scientist, My Robots es el análogo de Facebook para los robots y otros objetos electrónicos inteligentes...

Lanzado por un equipo de Montreal dirigido por Carlos Asmat, es gratis igual que Facebook y por ahora está previsto que se inscriban algunos humanoides Nao, que son pequeños "robots niños" de 50 centímetros de altura. Pero la red social en realidad está abierta a todos, con la condición de que sean robots, incluyendo las aspiradoras robot que ya se consiguen en los comercios de muchos lugares del mundo.

En honor a la verdad, no es nueva la amistad entre robots y redes sociales: hace unos años fue noticia la robot Sarah Mobileiro, que se hizo su página en Facebook. Nacida en el ámbito del proyecto "Facebots", Sarah fue el primer robot que ingresó en una red social para interactuar tanto con personas conocidas en su casa-laboratorio como con amigos "conocidos" en línea. En este caso, el objetivo era examinar cómo interactúa virtualmente un robot con seres humanos en Facebook.

Esta vez, sin embargo, la intención de myrobots.com es un poco diferente: la idea es que los propietarios de robots o dispositivos robóticos domésticos inscriban a sus equipos de acero y bulones en las redes sociales y luego ellos mismos puedan actualizar su perfil y comunicarse entre sí. Por supuesto los robots no son todos iguales: no todos tienen las mismas prestaciones y capacidades, por lo cual la interacción puede ser "formativa" para varios de ellos.

Por otra parte www.myrobots.com podría ser útil también para la comunicación robot-ser humano. Por ejemplo en el caso de que el aparato electrónico para aspirar polvo esté exhausto y necesite recargarse: bastaría con que se lo comunique al dueño vía red social. O a la inversa, el propietario le puede pedir a su aspiradora, siempre electrónicamente, que se encargue de dejarle la casa como nueva después de una concurrida reunión de fin de año: ciencia ficción, por ahora, pero probablemente realidad en un futuro cercano.

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