El régimen de Damasco no quiere que los teléfonos divulgen imágenes e información sobre la brutal matanza que lidera. Quienes sean encontrados con estos aparatos serán acusados de espionaje. Las autoridades sirias prohibieron el uso de iPhones para evitar que los activistas lo utilicen para grabar y mostrar al mundo las imágenes de la represión de las fuerzas del régimen contra los manifestantes prodemocráticos, informó este viernes la web libanesa Al Nashara...
Activistas sirios en Beirut presentaron a la agencia de noticias DPA una copia de dicha prohibición, emitida por el departamento de aduanas del Ministerio de Finanzas. "Las autoridades advierten de consecuencias a cualquiera que lo utilice en el país", afirma el comunicado. "Es suficiente que cualquier turista o invitado que visite Siria tenga un iPhone para que sea considerado sospechoso de espionaje", señaló un activista sirio en condición de anonimato. "Steve Jobs se retorcería en su tumba si supiera que su icónico aparato está prohibido en su país", añadió en referencia al cofundador de Apple, cuyo padre biológico, Abdel Fattah Jandali, era sirio.
Siria prohibió a los medios extranjeros cubrir los sucesos en el país desde el inicio de las protestas en marzo. Sin embargo, el poder de las redes sociales y de la tecnología logró sortear estas barreras y se pudo dar a conocer al mundo las atrocidades que suceden en el país desde el comienzo del levantamiento popular, que reclama el inicio de la democracia. Más de 4 mil personas perdieron la vida desde el inicio del conflicto, según datos de la ONU. Entre las víctimas, resalta la cantidad de niños que fueron asesinados por los leales al régimen de Bashar Al Assad.
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