Se convirtió en el primer país en retirarse del tratado sobre reducción de gases de efecto invernadero. Así, se evita el pago de millonarias multas, ya que sus emisiones aumentaron un 35 por ciento. "Estamos invocando el derecho legal de Canadá de abandonar formalmente (el protocolo de) Kioto", declaró el ministro de Medio Ambiente, Peter Kent, tras una maratónica conferencia de la ONU sobre el calentamiento climático que culminó el domingo en Durban, Sudáfrica, en la cual se aprobó una hoja de ruta para un acuerdo global en 2015 destinado a reducir las emisiones...
"Kioto no funciona", alegó Kent, para acotar que además Canadá corre el riesgo de tener que pagar multas de varios miles de millones de dólares si continúa como signatario. Según Kent, "Kioto no es el camino para avanzar hacia una solución global al cambio climático, sino que es más bien un impedimento". Y lo explicó: "Creemos que el camino para avanzar es un nuevo acuerdo con compromisos legales vinculantes para todos los mayores emisores que nos permita, como país, seguir generando empleos y crecimiento económico".
El protocolo de Kioto, alcanzado en 1997, es el único tratado global que fija reducciones de emisiones globales de carbono. Pero las metas fijadas afectan exclusivamente a los países ricos, salvo los Estados Unidos, que no es signatario del acuerdo, y no afecta a los grandes emergentes como China o India. Bajo el protocolo de Kioto, Canadá acordó reducir para 2012 sus emisiones de carbono a 6% menos de los niveles que registraba en 1990, pero en cambio sus emisiones han aumentado considerablemente.
El gobierno conservador del primer ministro Stephen Harper -que alegó que los objetivos acordados en Kioto por una pasada administración liberal eran inalcanzables- anunció el año pasado sus propias medidas para reducir las emisiones, en línea con los objetivos de los Estados Unidos. La salida de Canadá del protocolo le evitará multas de hasta 13.600 millones de dólares estadounidenses por no haber cumplido con los objetivos.
Kent también señaló que el abandono del protocolo de Kioto evitará grandes impactos en la economía canadiense. "Alcanzar los objetivos de Kioto en 2012 sería el equivalente a quitar cada auto, camión, tractor, ambulancia, patrullero y vehículo de cualquier tipo de las calles canadienses, o cerrar todo el sector agropecuario y cortar la calefacción en cada hogar, oficina, hospital, fábrica y edificio de Canadá", argumentó.
Para quienes apoyan el protocolo de Kioto, el retiro canadiense era esperado como un golpe simbólico y un grave daño a un proceso de la ONU ya debilitado por serias divisiones. Los representantes de unos 190 países aprobaron el domingo en la conferencia de la ONU sobre el clima de Durban una hoja de ruta para un acuerdo global en 2015 destinado a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. De ser aprobado en 2015, el acuerdo entraría en vigor en 2020, y se convertiría en la primera arma en la lucha contra el cambio climático. La iniciativa ha sido, no obstante, criticada por los ambientalistas.
Kent dijo que, mientras tanto, Canadá seguirá intentando reducir sus emisiones bajo un plan que llama a un recorte para 2020 de 20% de las emisiones de los niveles de 2006, o, como indican los críticos, un mero 3% con respecto a los niveles de 1990. Los últimos informes del año pasado revelaron que, sin embargo, las emisiones de carbono del país habían aumentado 35% desde 1990.
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