De estar abandonado y buscándose la vida en la calle a millonario. Esa es la historia de Tommasino, que ha heredado una fortuna de 13,2 millones de dólares. Pero no hablamos de una persona, se trata de un gato italiano que se ha convertido así en el felino más rico del mundo. Su dueña, Maria Assunta C., murió el mes pasado a los 94 años y, de acuerdo a sus abogados dejó toda su fortuna en beneficio de Tommasino, a quien encontró en la calle y al que cuidó desde entonces debido a su amor por los animales...
Assunta tenía una importante cantidad de propiedades a lo largo del país, así como varias cuentas bancarias y acciones, pero no tenía familiares. Sus abogados, Anna Orecchioni y Giacinto Canzona, aclararon que la señora dejó sus bienes en beneficio de Tommasino en octubre de 2009 en un testamento que quedó en custodia de los letrados en la oficina que tienen en Roma.
Anciana y lúcida: En el momento de testar, la millonaria tenía ya 92 años, pero su lucidez mental estaba intacta. Cuando llegó al despacho de los abogados con la idea de dejar todo para su mascota los profesionales primero comprobaron que no tuviese familiares vivos. Orecchioni explicó que, de acuerdo a la ley italiana, Tomassino no puede heredar el dinero directamente y en el testamento se solicita que el patrimonio sea entregado a una valorada asociación animal, si pudiera encontrar alguna, de lo contrario, a una persona idónea para cuidarlo.
La enfermera que estuvo trabajando en la casa de María Assunta fue nombrada administradora de la herencia. Así, Stefania tendrá a su disposición todo el dinero para satisfacer las necesidades de Tommasino y de otros animales. "La señora sufría sólo de soledad, por ello tenía a este pequeño gato para disfrutar de su compañía. Siempre estaba sobre su regazo, y lo cuidó más que a un hijo", explicó la enfermera. Stefania aseguró no conocer la magnitud de la fortuna de la mujer para quien trabajaba. "Sólo lo supe después", comentó. "¿Quién podía imaginar que era un gato de la aristocracia?," se preguntó.
No sólo el pequeño felino disfrutará de la fortuna. También lo hará esta enfermera. "Se beneficiará indirectamente por haber sido nombrada administradora", explicó el letrado Giacinto Canzona. "Es una gran herencia, pero es una herencia controlada", añadió. Mucha gente intentó ocupar el privilegiado lugar de Setefania. "Hemos recibido muchos correos electrónicos de candidatos que querían adoptar a Tommasino", reconoció el abogado. Ninguna de las solicitudes ha sido aceptada.
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