Si la pérdida de peso está en tu lista de metas, hay que ser realista al respecto: nunca es sano perder mucho peso rápidamente. Empieza por perder una libra cada semana, y si empiezas justo ahora, serán 50 libras menos al final del año. Empezando este mismo lunes, cambia tu rutina de ejercicios cada cuatro semanas, especialmente el total de repeticiones que hagas y la cantidad de peso que levantas. Para calentarte antes de tu rutina de ejercicios, en vez de subirte a la caminadora, mejor calienta con 10 minutos de mobilidad dinámica y estiramientos. También son recomendables las sentadillas y lounges sin peso, para calentar. Trata de ingerir al menos tres litros de agua durante el día. El agua ayuda a procesar el sodio de nuestra dieta y mantiene nuestro metabolismo funcionando al máximo. Cuando vayas a comerte una hamburguesa, evita las papas fritas y no le pongas queso. Te ahorrarás 300 calorías. Si estás agotada, toma una bebida hidratante con electrolitos al levantarte. Tus músculos responderán mejor durante tu entrenamiento y tendrás una mayor concentración mental. Acorta tus períodos de descanso a la mitad mientras levantas pesas. Tus músculos y sistema cardiovascular tendrán que trabajar más duro, quemando así más grasa. Comienza tu día activo. Haz un circuito corto de 15 minutos usando el peso de tu cuerpo, dentro de la primera hora después de haberte levantado.
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