Una cobra egipcia y venenosa desapareció este fin de semana en el zoo del Bronx y tiene desde el sábado en jaque a todos los cuidadores del pabellón de anfibios y reptiles, que ha sido cerrado al público como precaución. Aunque se trata de un ejemplar adolescente, de apenas 60 centímetros de largo, la cobra podría causar la muerte instantánea en 15 minutos de cualquier persona. Su veneno contiene una neurotoxina que destruye los tejidos nerviosos y causa la parálisis y la muerte por fallo respiratorio. La mordedura de una cobra adulta puede matar en menos de tres horas a un elefante. La Policía montaba ayer guardia a la entrada del zoo del Bronx, que registró una entrada algo menor a la habitual cualquier domingo, tras el pánico desatado por la escurridiza cobra que el viernes pasado logró fugarse de la urna en la que estaba confinada. Los expertos del zoo confían en que la cobra se encuentre aún dentro del pabellón, posiblemente en alguna zona no accesible para el público. "Basado en nuestro conocimiento de la historia natural y del comportamiento de las serpientes, sabemos que buscan zonas cerradas y que no se sienten confortables en los espacios abiertos", podía leerse ayer en un "tranquilizador" comunicado emitido por la dirección del zoo.
0 comentarios:
Publicar un comentario