Tenían 12 centímetros y habían sido olvidadas por el médico tras una cirugía de vesícula. La letrada Jhazmina Loza comentó a la agencia EFE que su clienta, cuyo nombre prefirió no revelar, fue sometida el miércoles a una cirugía en la que dos médicos forenses, en presencia de un policía y funcionarios de la Fiscalía, extrajeron las pinzas, que estaban partidas en el abdomen de la mujer, de 53 años y condición humilde...
Las pinzas quirúrgicas, que en las ecografías parecen tijeras, estuvieron "encapsuladas" durante todo el tiempo por una carnosidad que protegió la vida de la paciente, lo cual mostró a los médicos "lo maravilloso del cuerpo humano", según la abogada. "Ella jamás se imaginó que tenía un instrumento quirúrgico olvidado. Ha dejado de trabajar, perdió paulatinamente la fuerza, no podía estar parada, ni sentada, no podía dormir y nunca se dio cuenta de lo que tenía", añadió Loza.
El médico que olvidó las pinzas fue denunciado por lesiones gravísimas y debilidad permanente a la mujer, por causar incapacidad laboral y poner en riesgo su vida, según informó la letrada a la televisora Bolivisión. "El médico ha sido legalmente notificado para responder sobre el caso", añadió. La televisora mostró imágenes de una radiografía en la que se ven las pinzas y poco después de la operación los restos del instrumento quirúrgico. La operación fue exitosa y la mujer será dada de alta en unos días más, informó la hermana. Al momento ningún médico se ha pronunciado sobre el caso. Según los familiares, la historia clínica de la mujer registra como única operación la que le realizaron hace 16 años de la vesícula.
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