El proyecto, rebautizado por sus detractores como Lex Google, acaba de ser ratificado por el gobierno de Angela Merkel. También afectaría a blogs y portales especializados. "Este proyecto es totalmente retrógrado", se indignó Bernhard Rohleder, director general del Bitkom, federación alemana de profesionales de la informática. "Comprendemos que los editores buscan nuevos ingresos" frente al desafío de internet y la gratuidad, pero este impuesto "no puede sustituir el desarrollo de verdaderas estrategias para la era digital", estimó...
Como reclaman desde hace tiempo los grandes grupos de prensa alemanes como Axel Springer y Bertelsmann, el gobierno va a presentar a los diputados alemanes una ley que obligará en el futuro a Google y otros portales, pero también a blogs y páginas especializadas, a remunerar a los editores de los diarios hacia los que proponen redirigir al usuario. Para los editores, el lector de Google Noticias puede contentarse con leer los resúmenes presentados en la página para informarse, sin estar obligado a dirigirse al vínculo que propone el portal y acceder así a las páginas de internet de los diarios.
El argumento de los que se oponen al proyecto, que excepcionalmente generó una alianza entre Google y la comunidad de defensores de las libertades en internet cuando habitualmente se oponen, es que los editores quieren hacer pagar por los servicios que en realidad les hacen publicidad. Eric Shmidt, presidente del Consejo de Administración de Google y uno de los invitados de honor del Cebit este año, estimó en declaraciones a la prensa alemana que este impuesto "podría retrasar el desarrollo de internet". "Es como si el anuario de las Páginas Amarillas tuviera que pagar a las empresas de las que da sus direcciones y números de teléfono", ironizó por su parte el bloguero Stefan Niggemaier con respecto a un impuesto que considera un regalo del gobierno al poderoso lobby de los diarios.
Para Rohleder, dos escenarios catastróficos son posibles. Uno sería que "Google cierre su servicio de noticias en Alemania". El otro, que "Google y los editores encuentren un acuerdo. Pero sería poco probable que otros sitios (además de Google) puedan pagar las sumas definidas. Correrían el riesgo más bien de desaparecer, lo que favorecería la emergencia de un monopolio organizado por el Estado", lamentó el director del Bitkom. El único eco positivo de esta iniciativa llegó sin sorpresas de parte de las federaciones de editores de prensa VDZ y BDZV, que estimaron que este proyecto es "indispensable para proteger a la vez el trabajo de los editores y de los periodistas", así como para asegurar "la supervivencia de una prensa independiente".
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