Acompañada de algunas lluvias, el destello invernal provocó el cierre de escuelas y apagones en varias comunidades, donde hace un mes hubo un calor sin precedentes. Declararon emergencia en Pensilvania. La borrasca azotó primero zonas elevadas, donde las ramas cargadas de nieve cayeron y derribaron cables eléctricos. Las personas debieron pasar por caminos fangosos para llegar al trabajo y a la escuela. Por las mañanas, en el momento que regularmente es de más consumo de electricidad, las empresas eléctricas informaron el lunes que unos 50 mil clientes se quedaron sin servicio en Pensilvania y en las regiones central y occidental del estado de Nueva York...
Amy Shaulis, una camarera en Summit Diner de Somerset, en Pensilvania, se preguntaba si la tormenta sería una especie de pago de factura por el cambio climático. "Tuvimos un invierno muy, muy ligero; tuvimos verano en medio del invierno y ahora estamos pagando por eso", dijo.
El gobernador de Pensilvania, Tom Corbett, declaró una emergencia por desastre y puso en movimiento el centro de operaciones estatales de la oficina estatal de manejo de emergencias.
Para las primeras horas de la tarde, la electricidad había vuelto para unos 8.000 de los 25.000 clientes del estado, mientras los pronósticos de fuertes nevadas en Pittsburgh se derritieron debido a que la temperatura seguía muy por encima del punto de congelación.
Una situación similar se presentó en Buffalo, donde la lluvia y el aguanieve se alternaron durante el día pero sin generar acumulaciones de nieve en caminos y árboles, como se temía.
El Servicio Meteorológico Nacional suspendió su alerta de tormenta invernal para la zona de Buffalo y para varios condados en el norte y este de Nueva York, así como una advertencia de clima invernal para los condados de Allegheny y Washington en Pensilvania. Pero para la mañana del martes se pronostican al menos 30 centímetros de nieve en las zonas de más altitud.
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