Es un implante que se inserta detrás del ojo y que funciona como una retina artificial. Operaron en Gran Bretaña a 12 personas que sufrían una enfermedad degenerativa. El dispositivo es de 3 milímetros cuadrados y se instala por medio de una operación que dura 8 horas, en la que primero se inserta una batería detrás de la oreja, luego se introduce el chip en el ojo y, finalmente, se los une con un cable. El aparato fue desarrollado por la empresa alemana Retina Implant AG y las operaciones estuvieron a cargo de cirujanos del King's College Hospital de Londres...
"Desde que encendieron el dispositivo puedo detectar la luz y distinguir la figura de ciertos objetos, es esperanzador. Parece que se ha despertado una parte de mi cerebro que estaba dormida", contó Robin Millard, que a los 60 años fue uno de los primeros en someterse a la cirugía. El aparato funciona transformando la luz que entra por el ojo en impulsos eléctricos que son reconocidos por el cerebro. Si bien esto no permite que los pacientes puedan ver como cualquier persona, consigue que pasen de una ceguera total a poder distinguir entre la luz y la ocuridad.
"Es algo parecido a cuando alguien hace una foto con un flash, una luz vibrante, que reconocí instantáneamente", explicó Chris James, otro de los operados.
"Es algo que quizá no resulte asombroso a otras personas, pero, para un invidente, ser capaz de orientarse por sí mismo en una habitación, reconocer dónde están las puertas y las ventanas es algo singularmente útil", aseguró Robert MacLaren, profesor de oftalmología en la Universidad de Oxford. Pero todavía hay cierto escepticismo entre los médicos, porque dispositivos anteriores habían generado esperanza al comienzo, pero finalmente no produjeron grandes resultados. Por lo pronto, sólo se probó con pacientes que padecen retinitis pigmentaria, una enfermedad degenerativa y hereditaria.
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