Asaltantes, consumidores de drogas y depravados sexuales han tomado el histórico parque Imbert de Santiago, para sus fechorías.Pese a estar ubicado en pleno casco urbano, el espacio recreativo levantado en honor al prócer José María Imbert, también llamado Parque de Piedra, es refugio de la delincuencia.
El temor de la comunidad es tan grande que hasta las trabajadoras del departamento de limpieza de la alcaldía, que tiene a cargo barrer en el entorno del parque Imbert se niegan hacerlo ante el temor de ser acuchilladas o asaltadas o ser violadas sexualmente En este lugar fue encontrado muerto un supuesto consumidor de drogas el pasado miércoles.
Dicen que en los últimos meses el lugar es compartido tanto por delincuentes dominicanos como de nacionalidad haitiana, que llegan al punto de masturbarse a plena luz del día para atemorizar a quienes caminan por el área.
“Muchas veces se colocan varios hombres, tanto en el entorno como en la parte alta del parque se masturban, vocean malas palabras, sin que nadie haga nada”, refiere una mujer solo identificada como Natalia.
Los residentes en el sector dicen que estos son los responsables de robar tapas del alcantarillado y alambres en distintos puntos de la ciudad para venderlas a las metaleras. En la calle Lolo Pichardo, en la zona baja de la ciudad, sus moradores dicen que los consumidores de drogas han cargado con parte del cable hasta de los parques y áreas recreativas.
Dicen que la vigilancia en esos espacios es prácticamente nula, pese a las constantes quejas de los ciudadanos.
También hay denuncias de que los parques del centro histórico están a oscuras y que se han convertido en un peligro para los visitantes. Igual ocurre con la mayoría de las calles, ya que muchos de los faroles colocados fueron robados, lo rompieron o las luces están quemadas, lo que le convierte en una zona de alto riesgo. El centro histórico tampoco cuenta con las cámaras de seguridad Blue Parking, las que eran de gran ayuda para la seguridad.
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