“Usted sabe lo que es velar un chorrito de agua en horas de la madrugada para poder tener algo con que bañarnos. Lo que estamos viviendo es una verdadera crujía”.
Con esa frase, Miriam Hernández, residente en la calle proyecto del sector Reparto Peralta, narra la difícil situación que atraviesa con la agudización del servicio de agua potable.
En la actualidad, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) está operando con un déficit en la producción de 20 millones de galones diario, por lo que aplica un programa de sectorización o racionamiento. El plan consiste en la disminución de las horas de servicio a comunidades y barrios que normalmente tienen servicio continuo, para poder abastecer a otras que sufren precariedades para hacer más equitativa la distribución de agua potable.
En las pasadas 72 horas se ha producido un descenso en los niveles de turbidez del agua de la presa de Bao y se ha registrado un descenso de los embalses Tavera-Bao, que en la actualidad están en los 320 metros sobre el nivel del mar.
Crisis por escasez: La agudización por los servicios de agua se repite en prácticamente todas las comunidades de Santiago que ven como cada día se reducen las horas y muchas veces permanecen hasta una semana sin que el líquido llegue a las plumas.
“Parece que por ver agua en una cañada, la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago piensa que nos da una gota, cuando no llega ni un simple chorrito”.
Otra de las quejas de los residentes en el Reparto Peralta son las altas tarifas que deben pagar sin apenas recibir el agua.
En comunidades como Licey al Medio, Hato del Yaque, La Canela, La Ciénaga y Santiago Viejo, llevan una semana sin recibir el líquido, mientras crecen las quejas por la agudización del servicio
“Es mejor hasta que nos dejen sin luz y no sin agua, porque esto es vida y nos ponen a pasar trabajo”, expresa la ama de casa Rossana Peña.
A estos males se suman los problemas de recogida de la basura, que prácticamente mantiene arropadas la as diferentes barriadas de la Ciudad Corazón.
La pasada semana, los residentes en la comunidad Ceiba de Madera, del distrito municipal de San Víctor, en Moca protestaron quemando neumáticos y lanzando escombros para denunciar la agudización del servicio de agua potable y las largas tandas de apagones a los que son sometidos. Ayer protestaron los de Hatos del Yaque.
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