La británica tiene 44 años y debe sobrellevar un “trastorno de la excitación genital persistente”. Este problema la deja exhausta y le impide mantener un ritmo de vida normal. Kim Ramsey tiene orgasmos ante cualquier presión en la zona genital, sea fuerte o débil (desde el traqueteo de un tren hasta simplemente pasear).
Y encima, estos simples movimientos físicos le aumentan la necesidad de orinar.
Los médicos explicaron que este inconveniente incurable es causado por un problema nervioso originado por quistes en la columna, tras una caída por escaleras que sufrió Ramsey hace más de una década.
Según declaró Ramsey a The Sun, su malestar comenzó en 2008 cuando las relaciones con su pareja se vieron afectadas por el trastorno. “Otras mujeres se preguntan cómo conseguir un orgasmo, yo me pregunto cómo pararlos”, dijo.
Aunque la experiencia causada por este síndrome pueda parecer excitante, la verdad es que no se basa en ningún apetito sexual, sino que, por el contrario, actúa en contra de éste. El clímax sexual es una pesadilla para esta mujer que, según confesó, tiene más de 100 orgasmos por día.
El miedo a la vergüenza hace muy difícil tener un control de cuánta gente sufre este trastorno, ya que se cree que muchos lo padecen en silencio.
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