El documento nacional de identidad (DNI) de Mariana Gómez afirma que se llama Rubén Darío, y que nació hace 31 años en Argentina. Sin embargo, la ahora flamante funcionaria del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires ya no tendrá que recurrir a ese nombre masculino, que hace muchísimos años ya no reconoce. Gracias a una ley porteña que fue aprobada en 2007 -pero que hasta ahora no había sido puesta en práctica por nadie- en su ambiente laboral Mariana podrá ser conocida por el mismo nombre con el que, hace tiempo ya, la conocen todos su amigos y familiares. La normativa obliga al Estado a respetar "la identidad de género adoptada por travestis y transexuales que utilicen un nombre distinto al consignado en su documento".
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