Historias increíbles de japoneses que vencieron la desesperación por unos instantes, lo suficiente para ponerse a salvo mientras el tsunami arrasaba con todo. Muchos de los increíbles milagros que dio esta catástrofe fueron protagonizados por personas de más de 60 años. Algo no tan difícil de imaginar considerando la edad demográfica de un país que envejece. En sentido contrario, la sorpresa la dio un bebé, que podrá ser signo de un renacer después del horror. Además de la señora de 70 años que fue rescatada del techo de su vivienda luego de pasar el tsunami, hubo muchos otros relatos de personas mayores que superaron la tragedia. El suceso en medio de la calamidad fue el hallazgo de una niña de cuatro meses en medio de la más absoluta destrucción. Los soldados de la Fuerza de Defensa japonesa la encontraron entre cuerpos y casas derrumbadas en la ciudad de Ishinomaki, ubicada al noreste de Sendai. La niña lloraba en medio de semejante espanto, pero estuvo cerca de ser ignorada por los socorristas que descreyeron de sus propios oídos. Sin embargo, al oír el llanto por segunda vez, comenzaron a levantar maderas y chapas, quitaron el barro y la encontraron. La chiquita fue arrancada de las manos de sus padres por la gigantesca ola que afectó a la ciudad. Durante tres largos días la familia pensó haberla perdido para siempre. Pero al tercer día de salvajate fue rescatada y devuelta a las manos paternas, que la buscaban incansablemente. Nadie pudo explicarse cómo la pequeña logró sobrevivir sin un rasguño y evitó ahogarse. Lo increíble del salvataje le dio fuerzas a los rescatistas para seguir buscando nuevos milagros.
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