El baño. Ese lugar en el que se hacen varias cosas además para las cuales está diseñado. Hay gente que canta. Otros aprovechan para fumar. Los más tradicionales leen libros o revistas. En los últimos años y con las tabletas y smartphones, bueh, un par de niveles de Angry Birds, una revisadita al correo, un tweet. Pero la verdad es que se torna incómodo después de unos minutos. Si te gusta pasar tiempo en el, ejem, trono y tu cuenta de banco está en excelente forma ¿por qué no hacerlo en un numi? Ese es el nombre del retrete más reciente de la empresa Kohler. Sus bondades son como siguen: el asiento se calienta. Tiene un sensor de proximidad que hace que la tapa se levante sin que intervengan tus manos. Un bidé retráctil en el cual no ahondaremos. La base calentará tus pies en esas frías madrugadas. Y, por alguna razón, tiene iluminación ambiental. Oh, yo sé. Esta es la parte en la que preparan el comentario de “hey, eso no tiene nada que ver con tecnología”. Pero esperen, no lo escriban todavía. Primero: sí, todo lo anterior tiene que ver con el uso de la tecnología, aplicada al uso doméstico por antonomasia. Y, segundo, aquí viene lo que querían. Además de todo lo anterior, tiene bocinas integradas y conectores para tu reproductor de MP3 de elección ¿Todavía no es suficiente? Pues aquí va la pièce de résistance: todo es manejado por un control de pantalla táctil en el que se pueden guardar perfiles de hasta seis usuarios. Ahora ¿recuerdan la parte de la cuenta de banco? El numi, que se empieza a vender a finales de este mes en Estados Unidos, cuesta la friolera de US $6,300. Hagan la conversión a la moneda de su país, si lo requieren. En su sitio oficial, podrán ver un video promocional para que sepan con qué están tratando. Lo que yo me pregunto es: de acuerdo, se pueden guardar las configuraciones para seis personas, pero ¿por qué querría tocar ese control que todos están usando en el baño antes de lavarse las manos?
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