La inglesa, Michelle Thompson sufre un padecimiento denominado 'Síndrome de excitación continua', que le provoca orgasmos de forma constante y sin control... hasta 300 al día. Esta anomalía hace fluir más sangre de la debida hacia los órganos genitales, propiciando el climax y la excitación sexual de forma repentina y persistente. Michelle tuvo que dejar su empleo en una fabrica de galletas, porque el ruido de las maquinas le provocaba orgasmos continuos. Tampoco ha durado mucho con ninguna de sus parejas... ningún hombre había podido satisfacer sus necesidades sexuales. Pero ahora ya lleva 6 meses saliendo con su vecino, Adrew Carr, y asegura que él tiene tanto gusto por el sexo como ella, por lo que hacen el amor hasta 10 veces al día.
"Andrew ha cambiado mi vida. Ya no me preocupa encontrar una cura para mis orgamos", declaró la mujer. "Soy suertuda por tener tantos orgasmos cuando hay mujeres que jamás han tenido uno en su vida", señala. "Al principio pensé que se cansaría, como todos los demás. Pero cuando le dije sobre mi padecimiento sólo se rió y dijo que no era ningún problema".
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