El supuesto sistema oculto de seguimiento de la actividad en dispositivos móviles llegó al Congreso de los EEUU, que exigió respuestas concretas sobre la privacidad de sus clientes. Steve Jobs negó las acusaciones, pero culpó al gigante de internet de hacerlo. La polémica se generó luego de que dos programadores develaran que en los dispositivos móviles de Apple se guardan datos geográficos de los usuarios. La revelación levantó muchas críticas hacia la compañía. El debate continuó tras la publicación en el diario Wall Street Journal de que los móviles con el sistema Android de Google también estarían equipados con esta herramienta de rastreo y localización. Las acusaciones a los dos grandes del sector generó que un comité de la Cámara de Representantes enviara, este lunes, una carta a seis desarrolladores de sistemas de operativos móviles -incluyendo a Apple y Google-. Se solicitó más información sobre si están haciendo un seguimiento a las ubicaciones de los usuarios; y en el caso de hacerlo, consultaron qué información están almacenando y por cuánto tiempo la están guardando, además del propósito de los datos. Una de las misivas estaba dirigida a Steve Jobs. El comité a cargo de fiscalizar cuestiones de privacidad envió, además, cartas similares a Microsoft, Nokia, Research in Motion y Hewlett-Packard. Antes de que se diera a conocer la acción de Congreso estadounidense, el CEO de Apple, que había permanecido en silencio, salió defender a la firma. "No rastramos a nadie. La información que está circulando es falsa", según un correo electrónico enviado por el propio Jobs a un lector de Macrumors.com. En cambio, acusó a Google de realizar dicho seguimiento con sus clientes. Fuera de los Estados Unidos, las autoridades reguladoras de las telecomunicaciones de Corea del Sur, Francia, Alemania e Italia están investigando la posible vulneración de la privacidad de los usuarios de Apple.
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